El jefe de la Policía Judicial del Guayas, Rafael Yépez, dijo que los policías lo sacaron “solo para una verificación”.

No hay aún detalles lo suficientemente veraces. Lo único concreto para la Policía es que el martes anterior por la tarde, José Alberto Forty Aguas (a) Gordo Alberto, uno de los integrantes de su lista de delincuentes ‘más buscados’, se evadió cuando estaba bajo el cuidado de tres agentes del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G).

El hecho ocurrió aproximadamente a las 17h40 en la ciudadela La Garzota, al norte de Guayaquil, cuando el sargento César Rubio y los cabos Salomón Lara y Wimper Ramos llevaron a Forty (a) Gordo Alberto a “verificar los lugares donde se reúnen sus cómplices”, dijo el jefe de la PJ-G, coronel Rafael Yépez.

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Yépez señaló que, según el parte de los tres agentes, acudieron a la ciudadela Brisas del Río con el detenido presuntamente para buscar a un sospechoso y  luego fueron a las inmediaciones del supermercado Santa Isabel, en La Garzota, donde ocurrió el hecho que se desarrolló sin que se registrara disparos.

“El carro llegó a una calle  cerrada y el sargento Rubio se bajó para abrir la puerta, en ese momento llegó una Chevrolet Blazer beige del que se bajaron seis sujetos con fusiles y pistolas”, señaló.

El parte agrega que los sujetos obligaron a los cabos Lara y Ramos a bajar del vehículo en el que iban, un Chevrolet Corsa Evolution, y junto a Rubio los hicieron tenderse sobre la calzada.

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El reporte indica que durante la evasión de Forty sus supuestos cómplices apuntaron con armas de fuego a los gendarmes. Sin embargo, en  la acción no hubo enfrentamiento y los policías (a quienes  no tuvo acceso la prensa) supuestamente resultaron con golpes.

Yépez dijo que el más afectado fue el cabo Salomón Lara, quien recibió un golpe en la cabeza, lo que le produjo una herida y hemorragia. Agregó que junto a los otros dos uniformados fueron atendidos en el hospital de la institución.

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Según la Policía, Forty está involucrado en el robo de un carro blindado de la empresa Austroseguridad y el asesinato del cabo Juan Bolaños, hechos ocurridos el 3 de enero pasado, así como el atraco a la agencia del Banco del Pichincha de la Terminal de Transferencia de Víveres, el 18 de junio de este año.

El oficial indicó que luego de que Forty fue liberado por sus supuestos secuaces, estos lo embarcaron en un carro Chevrolet Corsa Evolution concho de vino, al cual obligaron a subirse al cabo Wimper Ramos, quien fue abandonado después en Rosendo Avilés y Tulcán, al sur de la ciudad.

“Al parecer se está filtrando información de la PJ-G”, justificó Yépez de esta forma la acción en la que huyó Forty, quien había sido aprehendido el pasado 4 de julio junto a Freddy Araujo Dorado luego de una persecución y balacera, que culminó en Gómez Rendón y Guerrero Valenzuela.

Yépez expresó que “cada procedimiento es diferente”, al referirse al traslado de Forty sin apoyo de policías del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) o del Grupo de Operaciones Especiales (GOE).

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Tres fiscales, quienes pidieron la reserva de sus nombres, dijeron que ningún preso puede salir de la PJ-G sin la autorización del juez o agente fiscal a cargo del proceso investigativo o del fiscal de turno.

“Si un policía va a realizar una verificación con el preso, debe notificar al juez o al fiscal para que los acompañe en la diligencia”, dijo uno de los funcionarios.