Treinta y dos niños y un soldado estadounidense murieron este miércoles por la mañana en un atentado suicida con coche bomba contra un convoy estadounidense en el sudeste de Bagdad, según fuentes de un hospital y del ejército estadounidense.
"Hemos recibido los cadáveres de 32 niños de entre 10 y 13 años de edad", afirmó un responsable de la morgue del hospital Kindi que no quiso ser identificado.
Otros 18 niños resultaron heridos, agregó.
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El ataque dejó también un soldado estadounidense muerto y otros dos heridos, según el ejército norteamericano.
El ataque ocurrió hacia las 10h30 locales (06h30 GMT) en la vía rápida Mohamad al Kassem. Un kamikaze hizo estallar su coche bomba junto a un convoy norteamericano que estaba rodeado de niños.
"Un chofer se acercó a un Humvee norteamericano e hizo estallar su coche. Un soldado estadounidense murió y otros dos fueron heridos", indicó un suboficial norteamericano, el sargento David Abrams, quien agregó que había numerosas víctimas entre los civiles, entre ellas muchos niños.
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Los soldados estadounidenses habían llegado para bloquear las salidas de un barrio después de haber sido prevenidos de que había un kamikaze circulando en un coche bomba en el barrio Al Jadida de Bagdad.
"Los niños rodeaban a los estadounidenses, que les daban golosinas, cuando de repente el coche bomba surgió de una calle lateral y estalló", relató Mohamed Alí Hamza, que estaba en el lugar.
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En la morgue del hospital Kindi, un periodista de la AFP pudo ver numerosos cadáveres de niños, calcinados y destrozados.
Desde la invasión de Iraq en marzo de 2003, el número de soldados norteamericanos muertos es de 1.751, según un balance establecido a partir de cifras del Pentágono.