Todos nos enojamos a veces. Todos en ocasiones hemos alzado la voz y perdido los estribos. El control del enojo y otros malos sentimientos es una de las características de esa moda que se llama “la inteligencia emocional”. Si se presta atención a varios programas infantiles en  Discovery Kids, por ejemplo, se verá que el enseñar a los niños a controlar el enojo es uno de los temas recurrentes.

Pero qué pasa si lo que debe ser algo eventual, los gritos entre las personas, se convierte en recurrente y normal. Bueno, en la vida real, una relación así, es el infierno; en la TV, es una telenovela: ‘Pura boca’, el nuevo estreno de Ecuavisa.

Hagamos las precisiones de entrada: en su primer capítulo ‘Pura boca’ demostró ser una serie bien producida, con manejo de la cámara correcto, actores secundarios cumpliendo con lo que se espera de ellos, buena ambientación (el tradicional Pasaje Royal del Centro Histórico de Quito) y… gritos, muchos gritos.

Publicidad

De hecho,  gran parte del capítulo de estreno, los protagonistas pasaron gritándose entre ellos. Si la trama lo justificara ya sería una exageración, pero la historia en este primer capítulo –de un total de 19- no apareció por ningún lado y solo sirvió para presentar a los personajes, con tanta inhabilidad que cada uno a su turno queda reducido a una parodia de sí mismo: Toty Rodríguez hace las veces de una vampiresa madura con mala leche; Verónica Noboa representa a una vampiresa joven, sin muchas luces y pésimo gusto; Maricela Gómez, a una vampiresa feminista y chocante. Sí los personajes femeninos se definen por sus apetitos sexuales voraces, los masculinos tienen estereotipos más variados: un hijo de papá cuyas ínfulas revolucionarias son apenas una pataleta, play boys argentinos en decadencia, políticos corruptos…

¿Qué diferencia marca una ‘producción nacional’?
¿Todo un capítulo para introducir a los personajes, cuando un hábil guionista y/o director normalmente lo puede hacer con unos breves trazos? Bueno, el ritmo de ‘Pura boca’ tiene una trampa: los gritos dan la sensación de clímax constante, de que algo muy fuerte sucede a cada instante. En realidad, cuando se acallan se nota que lo inverosímil y los rasgos caricaturescos de los personajes han predominado.

¿Puede un melodrama sostenerse sin historia? En condiciones normales no, en una TV despreocupada por la solidez de los contenidos es una pesadilla altamente probable.

Publicidad

Aunque mal de muchos, consuelo… ‘Pura boca’ no está muy lejos de lo que presentan telenovelas mexicanas (con todo y su larguísima tradición), venezolanas y colombianas como las que se transmiten por Gamavisión (‘La madrastra’), Teleamazonas (‘Te voy a enseñar a querer’), TC Televisión (‘La viuda de la mafia’), Canal Uno (‘El amor no tiene precio’), etc.

Y entonces, la pregunta, ¿qué aporta una producción nacional de esa naturaleza si en la pantalla ya se tienen 10, 20 producciones en la misma línea y con el mismo nivel? ¿Vale la pena gastar los pocos recursos y esfuerzos de la industria televisiva nacional en una serie que no sobresale del montón?

Publicidad

Si en el país se cuenta con una nueva generación de cineastas, actores, guionistas,  que producen sus obras con mucho esfuerzo, es indignante que en la pantalla se sigan acogiendo ideas carcomidas, guiones sin sentido y modelos que pasan por actores.