En el hospital Naval, el 98% de las cirugías de vesícula, hernia y ginecológicas son laparoscópicas.

El 98% de las cirugías que se realizan en el hospital Naval y el 50% de las que se practican en el Teodoro Maldonado Carbo del IESS son laparoscópicas, según los jefes de los servicios de Cirugía de las dos casas de salud.

El método quirúrgico, que consiste en introducir a través del abdomen un laparoscopio que tiene una cámara, para operar el órgano afectado sin hacer una incisión mayor, se vuelve cada vez más común en nuestro medio.

Marlene Zambrano, de 30 años, entró ayer a las 08h00 al quirófano 2 del hospital Naval, ubicado dentro de la Base Naval Sur, para ser sometida a una cirugía laparoscópica de vesícula.

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Hace año y medio padecía de cálculos, por lo que se inscribió en el programa de 22 cirugías laparoscópicas para adultos, y 30 plásticas para niños, que se realizan en forma gratuita desde ayer hasta el próximo 15 de julio, en esa casa de salud.

Los primeros pacientes serán operados de hernias y vesículas y los últimos de labio leporino, paladar hendido y secuelas de quemaduras, según Byron Escobar, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del hospital Naval.

La jornada médica se desarrolla por las fiestas patronales de la ciudad y por cumplirse el LXIV aniversario del combate de Jambelí.

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Hora y media después (09h30), Zambrano salió del quirófano ya sin el órgano afectado. Y en lugar de una incisión de 10 a 12 cm, que tendría si la hubieran intervenido por el método tradicional, tiene 4 orificios: uno en el ombligo (por donde se introduce un tubo y el laparoscopio con cámara), otro en el epigastrio (parte alta del estómago) y dos al costado derecho del abdomen por donde ingresan las pinzas, según Arturo Espinoza, jefe de Cirugía del hospital Naval.

“En la cirugía laparoscópica las incisiones son mínimas y la recuperación es más rápida. Ella se va al siguiente día (hoy) y puede incorporarse a sus actividades a los 8 días. Si fuera por vía tradicional debería tener 3 semanas de descanso, con una herida grande y dolorosa y no podría hacer esfuerzo físico durante 6 semanas”, explica Espinoza.

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También intervienen apéndice, colon y hernias, según Carlos Esteves Edderman, jefe del Servicio de Cirugía General de ese centro. Esteves indica que en el hospital del IESS el 50% de las cirugías son por método tradicional y el 50% por vía laparoscópica, método que se practica desde 1998 en ese casa de salud.

El gineco-obstetra laparoscopista Héctor Vera y el cirujano oncólogo Luis Péndola coinciden con Espinoza en lo que concierne a las ventajas de las cirugías laparoscópicas. “Con una incisión de 1 cm, la cámara da un campo visual de todo el abdomen, con lo que se puede trabajar con mayor precisión”, dice Vera.

El costo de una operación por laparoscopia es más alto que el de una cirugía tradicional. La intervención de Zambrano cuesta entre $ 1.000 y $ 3.000, y la tradicional $ 700, dice Espinoza. Péndola considera que cuestan casi lo mismo, porque lo que se ahorra en operación se gasta en hospitalización.

Ginecología

Solca
En el hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) de Guayaquil, un 15% de las cirugías se hace por laparoscopia. Se extirpan quistes de ovarios, vesícula de pacientes con cáncer e histerectomías, que es la extirpación del útero, según Luis Péndola, jefe del Servicio de Emergencia de Solca.

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Diagnóstico
En Solca se hace laparoscopia diagnóstica de cáncer de estómago y muestreos gangleonares de cáncer de testículos. En la Maternidad Enrique C. Sotomayor se hacen ligaduras por laparoscopia.