El toletero cubano Rafael Palmeiro se puso  ayer a dos pasos de la gran hazaña de los 3.000 hits, y su compañero  el mexicano Rodrigo López estuvo casi indescifrable desde la lomita, en el triunfo de los Orioles de Baltimore sobre los Medias Rojas de Boston 4-1.

Palmeiro aportó en grande por segundo día consecutivo en la victoria  de Baltimore sobre Boston, en esta ocasión con otro jonrón,  el 566 de su carrera en Grandes Ligas.

El cubano está a punto de convertirse en el cuarto jugador en la  historia de las Mayores con 3.000 o más imparables y 500 o más vuelacercas, al  igual que Hank Aaron, Willie Mays y Eddie Murray.