Un colombiano y tres españoles sufrieron las heridas más graves este lunes, al ser corneados y pisoteados por los toros bravos en el encierro más largo y peligroso en lo que va de la feria de San Fermín.
  
Por otra parte, la policía informó que un estadounidense de 24 años y una española murieron al caer de una pared de 25 metros en el barrio viejo de Pamplona. La policía, que no reveló sus identidades, dicen que muchos jóvenes acampan en lo alto de esa muralla durante los sanfermines.
  
Otras siete personas fueron hospitalizadas con golpes y heridas diversas.
  
La manada de seis toros de 600 kilos y seis novillos que debían mantenerlos unidos se desintegró poco después que los animales se lanzaron a una carrera enloquecida por las calles adoquinadas de Pamplona, en el quinto de los ocho encierros previstos.
  
Un toro se dio vuelta y se lanzó a correr en dirección contraria. Vaqueros con largas varillas lo azotaron en las ancas para salvar a los espectadores que corrían para salvarse y obligarlo a cambiar de dirección.
  
En otro punto, un toro enganchó en sus cuernos a un corredor vestido con la tradicional indumentaria roja y blanca de San Fermín y lo arrojó al aire como si fuera un muñeco de trapo.
  
Uno de los españoles heridos fue un agente de policía que, se informó, salió a la calle a advertir a los corredores acerca del toro que corría en dirección contraria.
  
El encierro duró cinco minutos y medio,la duración normal es de unos dos minutos,  porque los toros se separaron, lo más peligroso que puede suceder en Pamplona.