Fiscal inició instrucción a quienes pretendían exportar el contenedor que se incautó en el puerto, el pasado 17 de junio, con aletas de tiburón.

El inspector de Pesca, Óscar Pozo, inspeccionó el pasado 17 de junio el contenedor que pretendía exportarse en el Puerto Marítimo con 12.000 aletas de tiburón, según el Ministerio Público.

El viernes pasado, el fiscal Antonio Gagliardo inició en su contra la instrucción (juicio) con la solicitud de prisión preventiva, así como la del exportador Jorge Toapanta Gonzabay y el afianzador de aduana Ángel León Castro, por el supuesto delito de captura y comercialización de especies protegidas en peligro de extinción.

La depredación de tiburones y la comercialización ilegal de sus aletas se investiga actualmente en la Fiscalía del Guayas.

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A los imputados se los acusa del presunto delito de captura y comercialización de especies protegidas en peligro de extinción.

La medida se basó en un informe suscrito por Roberth Ulloa Alvarado, investigador de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, que señala que en el patio de la Unidad Canina Antinarcóticos del Guayas se encontraba el contenedor PONU4823065, con prohibición de salir del país por estar cargado de aletas de tiburón, especie prohibida de comercializar y exportar en el país.

Se relata que dentro de los documentos que se usaron para la exportación, consta el formulario 1541446, con orden de embarque 18533 A, factura 000102, en la que se declaraba como carga desperdicios de pescados, cuando eran aletas que se dirigían a China.

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Un oficio del jefe de la Unidad Antinarcóticos del Guayas del Puerto, Rodrigo Hidalgo, enviado al subsecretario de Gestión Ambiental costera, dice que el pasado 17 de junio, durante la inspección del contenedor de 40 pies, se encontraba presente Óscar Pozo, de cédula 090386669-7, inspector de pesca, quien manifestó que el producto era desperdicio de pescados.

Empero, por una llamada anónima que recibió el jefe Antinarcóticos ese día, descubrió que se trataba de aletas. En la exportación ilícita también participó el afianzado de aduana Ángel León Castro.

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El contenido
La inspección y reconocimiento del contenedor, efectuados por el fiscal Antonio Gagliardo y el perito, dio como resultado que la carga incautada (420 sacos) contenía un aproximado de 12.000 aletas de tiburón caudal, de la variedad denominada zorro.

No obstante, en la declaración de aduana y en el formulario único de exportación constan 800 sacos de desperdicios de pescados, cuyo peso bruto es de 25.000 kilos.

La ambientalista Deborah Chiriboga mostró su extrañeza por cuanto solo se incautaron 420 sacos y no los 800 que establece la declaración.

La experta explica que si la carga contenía aletas secas y si se toma en cuenta los 25.000 kilos de peso y se obtiene un promedio de los 420 bultos, representarían aproximadamente 30.000 tiburones vivos sacrificados.

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Aclara sin embargo, que si la operación se la realiza con los 800 bultos, se podría hablar de un aproximado de 55.000 a 60.000 tiburones muertos.