Para que las empresas puedan mantenerse en el mercado deben ofrecer bienes de calidad y una excelente atención al cliente, esto debe ser prioridad de los dueños; sin embargo, en algunas empresas lo importante es estafarlo, como es mi caso: Necesitaba adquirir un control de alarma para auto. Pregunté en una conocida empresa que las comercializa, y la dependiente me indicó que debían chequear el sistema instalado en el auto, para esto tenía que cancelar 10 dólares y abonar otros 15 para solicitar en la fábrica dicho control, y que en unos días ellos me llamarían.

Pasó una semana y como no me llamaron, yo llamé a la dependiente, quien me informó que solicitaron a la fábrica y que ya estaba en la aduana; pasa otra semana, vuelvo a llamar, y me indican que aún no podían retirarlo de la aduana, que en unos días. A la tercera semana vuelvo a llamar, y de la forma más descarada me dicen que la fábrica no ha tenido en stock el control referido (?).

Cuando solicité a la dependiente la devolución de mi dinero, debido a su incumplimiento y la cascada de mentiras que recibí en tres semanas, resulta que no me pueden devolver nada, porque lastimosamente no se encontraban los dueños de la empresa en la oficina y solo ellos podían autorizarlo. Dos veces fui a esta empresa para que me devuelvan mi dinero y me dieron la misma respuesta. ¿Qué les parece la forma de servir al cliente de esta empresa, sus empleados y los dueños? ¡Increíble!

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No creo que sirva de mucho, pero puse la queja en la Defensoría del Pueblo. Estoy seguro de que en poco tiempo esta empresa desaparecerá del mercado si no cambian de actitud sus dueños y empleados.

Oswaldo Enrique Tinoco Cruz
Guayaquil