Iván Kaviedes es duda en Barcelona  para enfrentar al Deportivo Quito; Danny Vera se alista para reemplazarlo.

La voz del técnico colombiano Juan José Peláez se escuchó ayer con tono enérgico,  durante la práctica del Barcelona previo al partido que los canarios sostendrán mañana, a las 16h00, en el estadio Monumental, con Deportivo Quito, por los cuartos de final del Apertura.

Acento paisa, similar al de su compatriota Hernán Darío Gómez. Detallista. Disciplinado. No hubo tiempo para que los jugadores se relajaran. Peláez hizo énfasis en aspectos tácticos e hizo repetir las cosas que no le agradaron.

El estratega norteño busca la formación ideal para enfrentar a los chullas con verdaderas opciones de clasificación.

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Para disputar las semifinales del campeonato a los toreros les bastará con derrotar a los capitalinos por dos goles de diferencia para hacer valer su mejor ubicación en la tabla (terceros, contra el sexto lugar del D. Quito).

“Barcelona es un equipo que se desespera mucho al atacar. Hay que trabajar en ese rubro para obtener mejor dividendos de nuestro producción ofensiva. Eso es algo que pude observar el miércoles pasado”, dijo Peláez.

En el entrenamiento de ayer se pretendió darle forma al once abridor de mañana. Estará ausente por acumulación de cinco tarjetas amarillas el zaguero Wilson Carabalí (que en el encuentro de ida se desempeñó como lateral derecho).

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Franklin Corozo podría cambiar de banda y retornar a su puesto original, custodiando la banda diestra, y Raúl Guerrón sería el titular por la izquierda.

La otra variante podría ser la de Danny Vera en el ataque (Iván Kaviedes tiene una dolencia muscular) junto a Agustín Delgado.

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Anoche debían arribar los refuerzos colombianos Néider Morantes y Freddy Grisales, que no llegaron el jueves pasado por no tener en regla varios de sus documentos.