"La infertilidad masculina está en aumento. Además de las causas tradicionales, ciertos factores medioambientales contaminantes y la edad tardía en que las parejas encaran la primera concepción, hacen que los hombres tengan cada vez más problemas de fertilidad."

Aunque las mujeres son las que más someten su cuerpo a los diversos tratamientos de fertilización, los problemas de fertilidad no son exclusivamente femeninos. Se estima que aproximadamente el 40 por ciento de los casos de infertilidad son femeninos, el 40 por ciento masculinos, y el restante 20 por ciento una combinación de ambos.

La infertilidad masculina tiene diversos orígenes: aquella que proviene de anormalidades estructurales, la relacionada con desórdenes en la producción de semen, la causada por disturbios en la eyaculación y las que provienen de desórdenes inmunológicos.

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Las anormalidades estructurales son principalmente obstrucciones totales o parciales del flujo de esperma y fluido seminal y pueden ser congénitas, como el síndrome de Kleinfelter o la ausencia de uno de los testículos al nacer. Entre las principales causas relacionadas con los desórdenes en la producción de semen está la varicocele (que se encuentra en el 40 por ciento de los hombres infértiles), infecciones en la próstata y el haber enfermado de paperas luego de la adolescencia. Por otro lado, la eyaculación retrógrada y la impotencia son las dos causales de los disturbios eyaculatorios.

Finalmente, entre los desórdenes inmunológicos, que dificultan o impiden que el esperma encuentre y penetre el óvulo, figuran los desórdenes endocrino y los anticuerpos antiesperma. Dado que la infertilidad masculina representa el 40 por ciento de los casos y que tanto mujeres como hombres deciden tener su primer hijo luego de los 30 años, el problema de fertilidad en los hombres se ha convertido, como el de las mujeres, en un objeto de estudio. Las últimas investigaciones realizadas arrojan un panorama poco favorable tanto para los hombres como para las parejas. En un estudio presentado el mes pasado por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, se afirma que cada vez más hombres que mujeres estarían sufriendo algún tipo de infertilidad ya que en los 24 países de Europa en los que se realizó el estudio, los procedimientos de inyección intracitoplasmática de esperma (la más usada en casos de infertilidad masculina) aumentaron del 43 por ciento en 1997 al 52 por ciento en 2002. Entre las posibles causas de esto algunos especialistas mencionan ciertos factores medioambientales que contaminan el planeta.

Este es el caso de algunos químicos presentes en los alimentos (como la soja y el lúpulo) y productos de uso cotidiano (pintura, herbicidas, pulpa de papel, líquidos de limpieza) que hacen que el esperma pierda fertilidad. Por otro lado, a partir de otros estudios, algunos médicos se atreven a afirmar que los hombres que padecen el síndrome de Kleinfelter ya no deben ser considerados irrevocablemente infértiles dado que la inyección intracitoplasmática de esperma muestra buenos resultados.

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En los casos de hombres con una baja cantidad de esperma se encontró que la calidad de su semen mejora cuando se abstienen de tener relaciones sexuales por uno o dos días, y que luego del segundo día la calidad empieza a empobrecerse.

Esto es fundamental para las parejas que están intentando un embarazo a través de la fertilización in vitro y también de forma natural.

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También se descubrió que así como las mujeres son cada vez menos fértiles a medida que pasan los años, el ADN del esperma se daña con la edad.

En un estudio realizado a más de 2100 hombres, se encontró que los hombres mayores de 45 años presentaban el doble de daño en el ADN de los espermatozoides comparados con los hombres menores de 30 años.