Ciudadanos y dirigentes comunitarios de Colombia y Ecuador están en desacuerdo con el planteamiento de establecer la visa como requisito para acceder a territorio ecuatoriano.

El solo anuncio mantiene atemorizados a residentes en la línea de frontera. Los colombianos temen no poder acceder, así sea por emergencia, huyendo de la violencia. Ecuatorianos consideran que se reducirá el poco comercio binacional.

Lenín López, oriundo de Manabí y presidente de la Junta comunal de Pueblo Nuevo (una de las localidades más afectadas por los enfrentamientos en el vecino país entre el Ejército y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC), reconoce que el Gobierno ecuatoriano adopta una postura soberana al no inmiscuirse más en el problema de Colombia. Pero aclara que no es oportuna la idea de pedir visa a colombianos.

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Relaciones comerciales
Jacinto Zamora, de la cooperativa de buses Putumayo, que tiene turnos entre el puente internacional San Miguel y Nueva Loja, indica que con el pasado judicial (equivalente al récord policial) el número de visitantes disminuyó. “Al pedir visa nos quedaríamos sin trabajo”. Dice que los grupos irregulares no usan pasos legales.

Registros del control militar cerca del puente internacional dan cuenta que  desde hace dos meses hay una media de entre 80 y 90 colombianos que ingresan y unos 50 que salen. “No es que esos 30 se quedan, lo que pasa es que retornan por pasos sin control”, señala uno de los encargados.