El grupo de rock Pink Floyd se comprometió ayer a donar a organizaciones de caridad las ganancias que pueda aportarle su participación del sábado pasado en el concierto del Live 8 en el londinense Hyde Park, tras constatar el aumento de las ventas de su disco de grandes éxitos.
“Aunque el objetivo del Live 8 era despertar las conciencias (sobre la miseria en África), no quiero lucrar con este concierto”, afirmó David Gilmour, guitarrista del famoso grupo británico del setenta. “Ese dinero debe ser utilizado para salvar vidas”, agregó.
Pink Floyd, que llevaba 20 años sin subir a los escenarios con su formación completa, incluyendo a Roger Waters, su antiguo líder, constató el lunes que las ventas de su álbum de grandes éxitos Echoes aumentaron cerca de 1.300% en la capital británica.
Un fenómeno similar ha ocurrido con las demás estrellas que subieron al escenario de Hyde Park el sábado, como The Who, Robbie Williams, Sting, Madonna, U2, entre otras.
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El concierto de Hyde Park fue uno de los diez realizados en otras ciudades del planeta para presionar a los líderes de los países más industrializados del mundo que se reúnen esta semana en Escocia, a fin de que ayuden a África.