El Papa Benedicto XVI aceptó "encantado" la invitación hecha este miércoles por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, para visitar Israel, indicó el embajador de Israel ante la Santa Sede.

La carta, con la invitación de Sharon, fue entregada al Papa por la ministra israelí de Comunicación, Dalia Itzik, quien fue recibida en el Vaticano antes de la audiencia general en la plaza de San Pedro.

"La recibo encantado", dijo el Papa al embajador Oded Ben Hur, quien declaró que el pontífice reconoció que recibe "muchas invitaciones, pero que la de Israel figura entre sus prioridades".

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"No dijo cuándo se podrá realizar la visita y nosotros tampoco esperabámos una respuesta inmediata. Pero desde ahora podemos trabajar para ello. De todo  modos creo que no se celebrará en poco tiempo", declaró el diplomático.

Benedicto XVI, que al parecer no ama tanto viajar, no descartó una eventual visita a ese país, como la histórica realizada por su predecesor Juan Pablo II en el 2000.

Por su parte, el Vaticano no hizo comentarios oficiales sobre la audiencia privada de la ministra con el Papa, la primera de un ministro del gobierno de Ariel Sharon al primer Papa alemán de la era moderna.

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La ministra le presentó también la estampilla emitida por el servicio de correos israelí en mayo pasado en memoria de Juan Pablo II, en ocasión del 85º aniversario de su nacimiento.

El sello representa a Juan Pablo II durante su visita, en marzo del 2000, ante el Muro de las Lamentaciones, el lugar más santo del judaísmo.

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En el timbre están inscritas las palabras de Juan Pablo II: "Que la paz sea el don del Señor a la tierra que él eligió".

El 26 de marzo del 2000, Juan Pablo II colocó entre las piedras del Muro de las Lamentaciones el texto de la plegaria de arrepentimiento de la Iglesia Católica por los crímenes cometidos contra el pueblo judío que acababa de leer.

Al comenzar su pontificado, Benedicto XVI se comprometió a "continuar en el camino" del desarrollo de las relaciones con el pueblo judío iniciado por sus predecesores Pablo VI y Juan Pablo II.