Según científicos, los cometas podrían ser responsables de la vida en la Tierra por cuanto ellos habrían sido los que trajeron agua al planeta.
Las primeras imágenes del golpe del proyectil Impactador de la nave norteamericana Deep Impact sobre la superficie del cometa Tempel 1 demuestran iones de hidroxil, lo que evidencia la presencia de agua.
Estas imágenes las obtuvo el monitor óptico del observatorio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europa (ESA).
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El Impactador, del tamaño de un refrigerador, colisionó a 37.000 kilómetros por hora con el cometa en la madrugada del lunes a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra, en un suceso que transmitió en vivo la Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de EE.UU.
Los cometas son astros helados, icebergs errantes procedentes de los confines del Sistema Solar, en cuyo interior se preservan los materiales originales con los que fueron concebidos los planetas hace más de 4.500 millones de años.
El encuentro del cometa Tempel 1 con el proyectil fue “en términos astronómicos, como si un avión de pasajeros atropellara a un mosquito”, indicó Don Yeomans, experto de la misión del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. “El impacto no modificará la trayectoria del cometa”, aseguró.
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Los instrumentos de la nave Deep Impact, cuya misión costó más de 300 millones de dólares, tuvieron trece minutos para tomar imágenes y datos del choque antes de ser bombardeada por partículas y fragmentos del cometa.
El Tempel 1 fue descubierto el 3 de abril de 1867 por Ernest Wilhelm Leberecht Tempel, desde Marsella (Francia). El cometa sigue una órbita elíptica que pasa entre los planetas Marte y Júpiter, y se acerca al Sol cada cinco años y medio.
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Esta fue la primera vez que un artefacto construido por el hombre llega hasta la masa de un cometa y causa un cráter de más de cien metros de ancho y un despliegue de materiales en el vacío del espacio.
Demanda
La astróloga rusa Marina Bai demandó a la NASA al afirmar que la misión ha alterado el orden cósmico del universo, dijo ayer el diario Izvestia.
Bai reclamó una indemnización de 300 millones de dólares por su sufrimiento moral, informó el diario.