Una de esas agrupaciones es la Alianza Democrática Nacional (ADN), cuyos dirigentes Alfredo Barragán y Manuela Gallegos expresaron ayer su desacuerdo con la remoción de Hallo, medida que para ellos responde a “intereses y cuotas de poder del subsecretario de Gobierno”, Francisco Acosta Coloma, y no al cometimiento de anomalías en la Intendencia como anunció el titular de esa cartera, Mauricio Gándara. 

Barragán y Gallegos tienen versiones distintas sobre la presencia de Hallo en la ADN (el primero dice que no era parte de esa organización y Gallegos asegura que sí pertenecía a la alianza), pero coinciden en que el ex funcionario fue uno de los  ‘forajidos’ que estuvieron en las calles exigiendo la salida de Gutiérrez, que su labor en la Intendencia “fue muy buena” y que Gándara (quien también es de la ADN) tiene que explicar cuáles son las incorrecciones de que lo acusa.

La ADN, que participó a través de Gándara y del ex ministro de Energía, Fausto Cordovez, en la organización del actual Gobierno, ahora ve limitada su cercanía con el régimen. Gallegos explicó que esto se debe a que la lucha de la ADN se ha desvirtuado y que ello se refleja en el hecho de que quienes no apoyaron al movimiento forajido ahora copan el espacio político del Gobierno, “entre ellos los socialcristianos a quienes se les está entregando todos los puestos”.

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