La Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF)  ratificó ayer que la final de ida de la Copa Libertadores entre los  brasileños Atlético Paranaense y Sao Paulo se jugará mañana en el Beira-Río de Porto  Alegre, pese a la insistencia del primero de usar su sede de Curitiba, que no  reúne las exigencias del reglamento.

“Hoy (ayer) hemos enviado de nuevo una nota a los responsables de ambos  equipos: el partido se juega en el Beira Río de Porto Alegre, que reúne todas  las condiciones de seguridad para una final de Copa Libertadores”, reveló el portavoz de la entidad, Néstor Benítez.

Benítez se refería a la insistencia de la dirigencia del  Atlético Paranaense que hasta ayer intentó en vano retener la localía del  primer partido final en su estadio de Curitiba (sur), con capacidad para 25.000  espectadores.