Más de 100 internos del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil se agruparon desde las 10h30 de ayer en el área que separa el edificio administrativo de los pabellones para reclamar por la derogación de la detención en firme y la restitución de la ley del 2x1 (rebaja del 50% de las condenas cumplidas).

Esta medida se cumplió dentro de las protestas que más de 11 mil reos de los 35 centros carcelarios del país iniciaron el pasado 20 de junio.

Según los presos, para demostrar la radicalización de las protestas “están dispuestos a todo”. Ayer cuatro internos  que se identificaron como extranjeros (tres estadounidenses y un peruano) se crucificaron, mientras sus compañeros de celda gritaron y exhibieron más de una decena de carteles a favor de su liberación. 

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Los reos tenían previsto permanecer hasta la tarde en la terraza de uno de los pabellones del centro de detención.

Byron Briones, presidente del Comité de Internos de la penitenciaría, explicó que la derogatoria de la detención en firme permitirá liberar aproximadamente a 1.000 personas que tienen más de un año sin sentencia.

Mientras en Quito, los familiares y amigos de los prisioneros asistirán hoy afuera del Congreso para presionar por las rebajas de penas a los reos, informó Washington Grueso, coordinador general del Comité de Internos del Ecuador.

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La manifestación se realizará a las 10h00, justamente cuando los legisladores tienen previsto, según los protestantes, tratar la ley del 3X1 (rebaja de un año por cada tres cumplidos), pero este punto no consta en el orden del día de la sesión de hoy.

No obstante, serán recibidos en comisión general en el Congreso.

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Durante la última semana, doce reos se crucificaron en Guayaquil y Quito, mientras otros se cosieron la boca.