Las casi 50 familias que habitan en la parroquia Mataje, cantón San Lorenzo, en frontera con Colombia, se quejan de ser directamente perjudicados por los rigurosos controles de seguridad que aplican los infantes de marina del Batallón de San Lorenzo.

Dos kilómetros antes de llegar a Mataje, un poblado con cerca de 250 habitantes, una cadena impide el libre tránsito de vehículos y personas.

Los militares revisan de pies a cabeza a quienes cruzan la cadena con dirección a Mataje y lo vuelven a hacer cuando las personas salen, sin que se salven del control ni siquiera las principales autoridades de Esmeraldas.

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El pasado sábado, a la prefecta de Esmeraldas, Lucía Sosa, le revisaron hasta la cartera y la obligaron a bajarse del vehículo junto a periodistas de medios de comunicación como Ecuavisa, Telesistema y EL UNIVERSO quienes fueron requisados a la entrada y salida de la población y sus vehículos minuciosamente revisados en busca de drogas.

Esto motivó el reclamo de Sosa, quien advirtió que denunciará el hecho al Ministerio de Defensa, pues considera que se viola la Constitución al restringir el libre derecho de los ecuatorianos para transitar por el territorio nacional.

Los habitantes de Mataje denunciaron a los periodistas y a la prefecta que los marinos los tienen “prisioneros en su propio poblado.

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Pese a que la mayoría de los habitantes teme identificarse, por temor a represalias, Isac Mideros y la ex teniente político de la parroquia, Beatriz Arroyo Martínez, aseguraron que los infantes de marina no los dejan salir ni entrar a Mataje pasadas las 18h00.

“Podemos salir a San Lorenzo desde las 06h00 y tenemos tiempo para regresar hasta las 18h00, después nadie puede entrar ni salir, salvo emergencias graves”, dijo Arroyo.

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Los denunciantes recordaron que para viajar desde Mataje a Esmeraldas, el tiempo promedio de viaje es 5 horas, por lo que no alcanzan a regresar antes de las 18h00.

“Nos ha tocado regresarnos a pie a San Lorenzo (22 kilómetros) y pedir posada en casa de amigos, los infantes saben que vivimos aquí, pero aseguran que ellos cumplen órdenes superiores”, dijo uno de los entrevistados.

Los habitantes de Mataje culpan a los medios de comunicación de la actitud de los marinos, pues aseguran que se han dado versiones de supuestos actos violentos en esa comunidad, cuando estos se han dado en suelo colombiano.

“Tienen a esta gente prácticamente prisionera, no las dejan salir de su pueblo y eso es contra la Constitución, voy a denunciar este hecho al Congreso para que se llame al Ministro de la Defensa y explique por qué a los esmeraldeños se nos trata como extranjeros en nuestra propia tierra”, dijo la prefecta.

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