En días recientes el diario La Repubblica, uno de los mayores de Italia, publicó un revelador reportaje en serie sobre Guayaquil.

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La motivación del diario referido para interesarse en el tema fue sobre todo el hecho de que en Génova residan más de 30 mil ecuatorianos.

El informe periodístico, aunque relieva aspectos positivos, llama a la reflexión. Reseña al Ecuador como un bello país con recursos y turismo, y enfatiza en el proceso de modernización reciente de Guayaquil. Aun así, describe al Ecuador como un país cuya riqueza se concentra en pocas manos, donde hay un alto índice de pobreza y desempleo, que carece de respuestas a las preguntas de alimentación, salud y educación, y que ha perdido valores morales.

Concluye que la mayoría de nuestros compatriotas emigrantes no piensan regresar porque allá encontraron un mejor nivel económico, calidad de vida, respeto a sus derechos elementales y asistencia sanitaria.

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Como ecuatorianos estamos conscientes de todos estos contrastes; es más, a diario nos lamentamos por los males mencionados. Pero por lo visto, según la visión de La Repubblica, no estamos haciendo lo suficiente para corregir esos problemas. No esperemos un nuevo reportaje internacional para solo entonces comenzar a cambiar.