Los menores participan de un plan social en el recinto El Buijo del cantón Samborondón.

Camila Yulán, de 9 años; Washington Bohórquez, de 10; Valentín Ladines, de 10;  Jean Carlo Heredia, 11; y Fabián Jurado, de la misma edad, son 5 de los 45 niños involucrados en el proyecto Mi Cocinerito, que desarrolla la fundación Acción Solidaria en el Buijo.

El pasado jueves, después de recibir clases en la escuela fiscal 26 de Junio, de ese recinto del cantón Samborondón, llegaron a las 14h00 al Centro de Capacitación y Formación de la institución.

Luego de lavarse las manos, y ponerse los delantales y gorros, recibieron, como hace mes y medio, la clase de cocina que dicta el peruano Rubén Di Marco, técnico en cocina internacional.

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Frutas acarameladas, helados de ensalada de frutas, bombones de chocolate y hamburguesas son algunas de las cosas que han aprendido a preparar, según Camila.

“Echamos el agua y la ponemos a hervir, y ahí le ponemos el chocolate encima (en otro recipiente) y se derrite. Le damos vuelta hasta que se haga agüita. Después cogemos los moldes y les ponemos chocolate con la cuchareta”, explica Jean Carlo.

El objetivo del plan es trabajar con los niños para “que, en un futuro, no laboren en las calles y tengan un oficio. Para que por medio de la cocina sepan que son capaces de lograr lo que quieran en la vida, para levantar su autoestima”, dice Di Marco.

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Además de los 45 niños, que se dividen en tres grupos para recibir clases –una vez por semana– los martes, miércoles y jueves, 25 madres del Buijo participan en el plan Capacitadoras de capacitadores, según Alejandro Lippke, de Acción Solidaria. Los martes y jueves ellas venden 150 tortillas de verde al hotel Hilton Colón.

Según Di Marco, ellas han aprendido a cocinar platos como arroz a lo chalaco, un platillo peruano similar al arroz con pollo. El objetivo es que tengan un ingreso extra.