Derrotó en tres sets a la número uno del mundo,  Lindsay Davenport.

En una gran final llena de emoción, la tenista estadounidense Venus Williams venció a su compatriota Lindsay Davenport y se consagró por tercera vez en su carrera campeona de Wimbledon.

Williams, quien estuvo cerca de la derrota al final del segundo set y en la definición del tercero, se recuperó jugando con gran corazón para superar a la primera preclasificada y número uno del mundo en tres disputados sets por 4-6 y 7-6 y 9-7.

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Es el tercer título individual que Venus gana sobre la hierba del tradicional All England Croquet & Tennis Club, en donde ya había triunfado en el 2000 y 2001. La derecha que Davenport dejó en la red después de 2 horas y 45 minutos de juego, permitió que la mayor de las hermanas Williams termine con una racha de cinco derrotas en finales de torneos de Grand Slam.

Jugando en un nivel parecido al que mostró cuando ganó los títulos consecutivos, Venus mostró ante Davenport la misma agresividad que utilizó para doblegar en semifinales a la rusa María Sharapova, segunda cabeza de serie y campeona del año pasado.

“Seguí luchando hasta el final y nunca bajé los brazos”, aseguró Williams al ser consultada sobre la clave de su victoria. “Traté de concentrarme en colocar mi primer servicio y eso dio resultado”.

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La de ayer fue la quinta final individual de Venus en seis años en Wimbledon, donde fue derrotada por su hermana menor Serena en los partidos decisivos del 2002 y 2003.
También fue el sexto año consecutivo que al menos una de las Williams jugó la final, ya que Serena cayó el año pasado con Sharapova.

El partido fue de alto nivel y de mucho desgaste físico. Las estadounidenses dieron un gran espectáculo en la final femenina más prolongada en la historia de Wimbledon. La anterior había sido la que la alemana Steffi Graf ganó ante la argentina Gabriela Sabatini por 6-4, 3-6 y 8-6 en 1991.