El club brasileño Atlético Paranaense quiere  agrandar su estadio con una tribuna montable para llegar a los 40.000 espectadores que exige la Confederación Sudamericana de Fútbol y jugar así el miércoles en su casa la final de ida de la Copa Libertadores de América ante su compatriota Sao Paulo.

Según informaron este viernes la Agencia Placar y el canal televisivo Sports Tv, el Paranaense está ajustando un plan para montar una tribuna en el estadio Kyocera Arena (Arena da Baixada) en Curitiba (Estado de Paraná, sur)) y aumentar la capacidad de 24.000 a 40.000 aficionados de cara a la primera final de la Copa.

Hasta ahora existía incertidumbre sobre la sede del primer juego decisivo del torneo sudamericano, pero estos medios aseguraron que los dirigentes del Atlético ya estaban trabajando en el tema porque quieren jugar en su estadio.

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Consultadas por AFP, fuentes del club dijeron que la "palabra oficial" estaría este sábado con una definición a adoptarse en base a consultas con técnicos, cuerpos de bomberos y de seguridad, que permita definir el local de disputa.

Atlético Paranaense se clasificó por primera vez en su historia a la final  de la Libertadores, tras empatar 2-2 como visitante ante el mexicano Chivas de Guadalajara, en el estadio Jalisco. En el partido de ida en Curitiba había  ganado 3-0 y ahora tendrá enfrente al Sao Paulo, que eliminó a River argentino  (2-0 y 3-2).

Este viernes por la tarde los presidentes del Atlético y de la Federación Paranaense de Fútbol, Joao Fleury da Rocha y Onaireves Moura, respectivamente, le manifestaron al presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), Nicolás Leoz, este plan de agrandar la Arena.

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Según Fleury, las normas de la CSF piden 40.000 personas para el escenario de la final, pero sin detallar de que forma, si con asientos, tribunas o  hinchas parados.

"Vamos a trabajar dia y noche con 200 hombres, hasta el lunes, para dejar todo en orden", aseguró el dirigente. Para ello se utilizaría una parte de un  predio alquilado a un colegio lindero.

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El Furacao (Huracán) de Paraná quiere jugar en Curitiba y hasta surgió la versión de una posible disputa de la final en cancha de su tradicional  adversario local, el Coritiba, que tiene más de 35.000 asientos, pero este club se negó a entregar su escenario, el Couto Pereira para el choque, alegando que los hinchas rivales podrían estropearlo.

Entretanto, dirigentes del Sao Paulo aseguraron que su club no quiere jugar en el Kyocera Arena y dicen que el único estadio es el de Londrina (ciudad vecina en Paraná). Juvenal Juvencio, director de fútbol, dijo que será "una  aventura frustrante y Sao Paulo no se va a embarcar en ella".

Según reza el Atlético Paranaense en su sitio oficial, el Kyocera Arena es "el estadio más moderno de América Latina".
Se destaca que alberga a los espectadores "con todo el confort y seguridad" y es "el único estadio en Brasil" que sigue las exigencias de seguridad para  evitar incidentes con los hinchas, para lo cual cuenta con 63 cámaras de vigilancia.

La segunda final de la Copa se disputará el 13 de julio en el Morumbí de Sao Paulo.

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