Uno de los nueve miembros de la Corte Suprema de  Estados Unidos, la jueza Sandra Day O Connor, una conservadora moderada de 75  años y la primera mujer en llegar al máximo tribunal, anunció este viernes su renuncia, según una fuente de la más alta instancia judicial estadounidense.

El presidente George W. Bush dijo que "Estados Unidos está orgulloso de los  servicios prestados por la jueza O Connor".

El mandatario no presentó sin embargo el nombre de un sucesor, indicando  que anunciará su elección antes del inicio de la próxima sesión de la Corte  suprema en octubre.

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Bush llamó a realizar un "proceso ordenado" para la nominación de un  sucesor. Esta debe ser confirmada por el Senado donde el partido republicano de  Bush dispone de 55 votos, contra 44 de la oposición demócrata y un  independiente.

La dimisión de O Connor, que podría ser seguida en breve por la del  presidente de la Corte Suprema, William Rehnquist, enfermo de cáncer de  garganta, puede implicar una seria modificación del delicado equilibrio político existente desde hace una década en la Corte Suprema.

La partida de O Connor le dará por primera vez a Bush desde que está en la  presidencia la posibilidad de modificar el equilibrio ideológico de la Corte.
Pero también se corre el riesgo de desatar una gran batalla política entre  republicanos y demócratas sobre cuestiones tan sensibles como el derecho al  aborto y la separación de la Iglesia y el Estado.

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O Connor, de origen texano, que había sido nominada por un republicano,  Ronald Reagan, en 1981, pregonó durante 24 años "la moderación judicial",  expresó posiciones centristas en sintonía con la opinión pública y jugó un  papel de equilibrio en el seno de la Corte.

Los demócratas han mostrado su fuerza en el Senado y han hecho demorar en  varias ocasiones la ratificación de John Bolton, nominado por Bush como  embajador de Estados Unidos en la ONU.