Una reunión de los altos mandos militares de Ecuador y Colombia, para dialogar sobre los problemas de seguridad en la frontera común, se inició este jueves en la ciudad ecuatoriana de Tulcán, constató un periodista de la AFP.

Al encuentro, que se inició hacia las 10h20 locales (15h20 GMT) del jueves,  asisten el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador,  vicealmirante Manuel Zapater, y el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Carlos Alberto Ospina.

También están presentes los jefes de los Ejércitos de Colombia, general Reinaldo Castellanos, y de Ecuador, general Jorge Zurita.

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La cita se lleva a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad en el batallón mayor Galo Molina del Ejército ecuatoriano en la localidad andina de Tulcán, próxima a la ciudad colombiana de Ipiales.

Zapater, Zurita y el contralmirante Héctor Holguín, comandante de la Marina de Ecuador, arribaron al aeropuerto de Tulcán en un avión de la Fuerza Aérea de ese país, mientras que Ospina y Castellanos llegaron a la base una hora y 20 minutos después por vía terrestre, procedentes de Ipiales.

En la delegación de Colombia, que llegó a Tulcán precedida por una nutrida  escolta, integrada por diez camionetas todo terreno y blindadas que transportaban a soldados ecuatorianos con fusiles y miembros de organismos de seguridad de la vecina nación, se incluye el almirante Mauricio Soto, comandante de la Armada.

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Una banda de guerra entonó los himnos de los dos países durante una ceremonia realizada en una plazoleta central del batallón y a la que los jefes castrenses asistieron con vestidos de gala.

Luego, Ospina se sentó a la cabeza de una mesa para entablar los diálogos, en los cuales participan otros 14 oficiales.

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Antes de inicio de las conversaciones, Ospina y Zapater se dieron la mano en un gesto de mucha cordialidad. "Bienvenido a Ecuador general Ospina", le expresó el máximo jefe militar ecuatoriano.

Los oficiales, que no hicieron declaraciones a la prensa hasta el momento, sostenían la reunión a puerta cerrada antes de almorzar en la misma guarnición  militar.

El encuentro analizará la situación de violencia en la zona fronteriza, de unos 600 km, sacudida por hechos de violencia como el ataque el sábado de la guerrilla contra una base colombiana, en la que murieron 22 militares, en el convulso departamento de Putumayo, limítrofe con Ecuador.

Autoridades de Putumayo denunciaron que los rebeldes de las Fuerzas Armadas  Revolucionarias de Colombia (FARC) que cometieron el asalto ingresaron desde el  lado ecuatoriano de la frontera, lo cual fue negado tajantemente por el ministro de Defensa de Quito, el general en retiro Solón Espinosa.

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La denuncia atizó los reclamos de uno y otro lado.

El presidente colombiano Álvaro Uribe solicitó ayuda a su homólogo ecuatoriano Alfredo Palacio para combatir a las FARC en la frontera mientras Quito anunció que estudia exigir la visa para el ingreso de colombianos, pidió a Bogotá reforzar la vigilancia fronteriza y reiteró su rechazo a las fumigaciones de narcocultivos en la zona limítrofe.