Con una recepción por la celebración del 4 de julio, que se adelantó cinco días, la embajadora de Estados Unidos en Ecuador, Kristie Kenney, se despidió ayer en Quito, una vez que concluyó su periodo diplomático en el país.

El presidente Alfredo Palacio llegó al coctel por la celebración de la independencia de EE.UU. pasadas las 13h30, y junto con Kenney presidió la entonación de los himnos de ambos países.

En su discurso, la embajadora agradeció a los presentes por “los tres mejores años de mi vida”. Luego, Palacio y ella recorrieron la recepción por unos 20 minutos, saludando a los invitados.

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Esta vez no hubo el gran pastel blanco para que sea cortado por el presidente y la embajadora, tal como lo hicieron Kenney y el entonces primer mandatario Lucio Gutiérrez el año pasado.

Asistieron ministros de Estado como Mauricio Gándara, de Gobierno; Antonio Parra, de Relaciones Exteriores, y Solón Espinosa, de Defensa; así como la primera dama de la República, María Beatriz Paret de Palacio,  y otras autoridades civiles y militares, representantes del cuerpo diplomático, etc.

Kenney regresará a su país para esperar la confirmación de su próxima designación por parte del Congreso de EE.UU., que sería un país asiático. Hoy la embajadora presidirá otra recepción parecida en Guayaquil.