Las naciones desarrolladas necesitan compensar a África por la "fuga de cerebros" enseñando nuevas técnicas a sus trabajadores para ayudar a combatir la pobreza y estimular el crecimiento económico, dijo este jueves el presidente de un grupo de defensa del continente.

A su vez, los países africanos deberían dar los pasos adecuados para frenar la emigración de profesionales, especialmente en sectores como salud, ingeniería y tecnologías de la información, dijo Soumana Sako, de la Fundación de Construcción de Capacidades para África (ACBF, por sus siglas en inglés).

Más de 100.000 profesionales han abandonado África para encontrar mejores salarios y condiciones de trabajo en Europa y Estados Unidos, lo que deja a ese continente en una "necesidad extrema".

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"Estos países deberían compensar a los países africanos, que invirtieron una gran cantidad de sus escasos recursos para formar médicos, enfermeras, ingenieros de tecnologías de la información y gerentes", dijo Sako a periodistas en Nairobi.

El continente recibe cerca de 4.000 millones de dólares en asistencia técnica. Ese gasto podría ser evitado si los médicos, enfermeras e ingenieros africanos se quedasen en casa para continuar con sus carreras.

África, el continente más pobre, tiene el número más bajo de médicos por persona del mundo. Además tiene los máximos índices de enfermedades como el VIH, la malaria o la tuberculosis.
La ACBF, una organización que comprende a 33 países, el FMI, el Banco Mundial y el programa para el desarrollo de las Naciones Unidas, aspira a mejorar los recursos en áreas como la sanidad, la educación y el gobernabilidad.