Las autoridades de la ciudad de Nueva York  revelaron ayer un nuevo diseño a prueba de bombas para la Torre de la Libertad, el rascacielos que será parte del punto focal de la reconstrucción del sitio del World Trade Center, destruido en septiembre del 2001.

La versión modificada, una versión más delgada, incorpora una base del edificio de 61 metros de alto, que será cubierta con una mezcla reforzada de acero inoxidable y titanio, lo que ofrece un escudo de seguridad capaz de resistir una gran explosión.

Ocho triángulos elevados desde la base para formar un octógono perfecto y  reforzado en el centro de la estructura culmina en un parapeto de vidrio a 417 metros, la altura de las torres gemelas destruidas en los atentados con aviones  del 11 de septiembre del 2001.

Publicidad

El mástil de una antena elevará el edificio a 541 metros con un faro  diseñado para evocar la antorcha que sostiene la Estatua de la Libertad, en alusión al año de la independencia de Estados Unidos, y será el más alto del mundo.

Cambios en seguridad
Las ciudades deben actualizar sus regulaciones para rascacielos en vista del derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York, y desarrollar nuevos materiales que puedan proteger mejor a los edificios altos, según un estudio de los  ingenieros del Instituto Nacional de Normas y Tecnología.

También pidieron la instalación de ascensores a prueba de incendios y con mejores estructuras.

Publicidad

La investigación, que duró tres años, examinó datos acerca de lo ocurrido en las torres para crear una secuencia detallada de cómo los rascacielos de 110 pisos de altura se desplomaron tras ser embestidos por aviones que fueron secuestrados.