La posibilidad de reducir a menos de un dólar los precios en terminal del galón de diésel y de nafta (combustibles que utilizan las generadoras de energía térmica), bajo análisis dentro del Gobierno, eleva los subsidios del Estado.

Hasta el momento, cada galón de nafta cuesta en terminal $ 1,38, mientras que el de diésel 2 se ubica en $ 1,69; con la propuesta, ese monto se reducirá a $ 0,90 y  $ 0,74, respectivamente.

La idea surgió en el Ministerio de Economía y en los próximos días es posible que se plasme en un decreto ejecutivo. El borrador del documento ya fue remitido al presidente Alfredo Palacio y al ministro de Energía, Iván Rodríguez, la semana pasada.

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Este último comentó ayer, antes de su comparecencia a la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso, que el documento es analizado “por varias personas” y que, tras aplicar ciertas modificaciones, se enviará al Jefe de Estado este jueves.

Si se concreta la medida, doce empresas, entre públicas y privadas, se beneficiarán con los nuevos precios. Las generadoras que utilizan el combustible son: Electroguayas, Intervisa-Trade, Termoesmeraldas, Categ, Electroquil, Ulysseas, Termopichincha, Empresa Eléctrica Quito, Santa Elena, Elecaustro, Regional Sur y Emeloro, según datos oficiales.

Alfredo Mena, analista eléctrico, consideró que la intervención del Gobierno puede provocar objeciones de quienes se sientan discriminados. La demanda de diésel se ha elevado, en los últimos dos años, en 31%.