El Tribunal Supremo de España confirmó ayer la negación al asilo que el banquero ecuatoriano José Alejandro Peñafiel Salgado solicitó en el 2001 y que ya en ese año le había sido negada por la Audiencia Nacional.

Peñafiel recuperó la libertad en julio del 2004 en Quito tras pasar tres años en prisión, condenado por corrupción y estafa, después que España lo entregó en extradición en marzo del 2001.

En su petición de asilo, Peñafiel alegaba que en Ecuador, de donde huyó en enero del 2000 tras llevar a la quiebra al Banco de Préstamos, sería sometido a tratos inhumanos.

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La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo desestima ese recurso el 21 de junio pasado. “No se dan las razones humanitarias ni de interés público ni de conflictos o disturbios graves de carácter político, étnico o religioso”, dice.