El papa Benedicto XVI prescindió de la espera de cinco años para acelerar la beatificación de su antecesor.

La diócesis de Roma abrió ayer con una ceremonia solemne el proceso de beatificación de Juan Pablo II, lo que constituye el primer paso hacia la santidad de este papa que falleció el pasado 2 de abril.

Con esta decisión, el proceso se convierte en un récord al comenzar en menos de tres meses  después de su muerte, en vez de los cinco años que exige el Código Canónico.

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La causa de  canonización del primer Papa polaco de la historia incluye ante todo la  lectura de cientos de cartas y correos electrónicos enviados -sobre todo- de América Latina.

El contenido de la mayoría de esas misivas refieren a presuntos  milagros atribuidos al pontífice Karol Wojtyla.

Un tribunal integrado por seis miembros, entre ellos el defensor o postulador de Juan Pablo II (el cardenal Camillo Ruini), un juez y un “abogado del diablo” que revisará las objeciones a la causa, juró en una ceremonia en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma.

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En Polonia, el Banco Central emitió monedas, en serie de 12, con la imagen de Juan Pablo II.

El papa Juan Pablo II, considerado un santo por muchos católicos incluso antes de su muerte el pasado 2 abril, fue puesto ayer en su camino a la santidad.

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La diócesis de Roma abrió con una ceremonia solemne el proceso de beatificación de Juan Pablo II, batiendo todos los récords al iniciarlo dos meses y 26 días después de su muerte en vez de los cinco años exigidos por el Código Canónico.

“Esta es con certeza la apertura de un proceso de beatificación más rápida de la historia moderna, al menos desde la Edad Media”, dijo Giovanni María Vian, profesor de historia religiosa en la universidad de La Sapienza.

En la ceremonia en la basílica de San Juan de Letrán, el  cardenal Camillo Ruini, vicario de Roma, deseó que la causa de beatificación de Juan Pablo II se cierre pronto.

“Sí, con toda seguridad, le pedimos al Señor, con todo nuestro corazón, que  la causa de beatificación y canonización que comienza esta tarde se corone muy  rápidamente”, declaró al término de la misa a la que asistieron cientos de  prelados y fieles pese al sofocante calor que azota a Italia.

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Ruini señaló que la fe de Juan Pablo, su sufrimiento después en vida y su “derramamiento de sangre” durante el atentado que sufrió en 1981, eran símbolos de su santidad.

Como el día de sus funerales, dentro y fuera de la iglesia romana, cientos  de jóvenes pedían a gritos en italiano “¡santo subito!” (santo ya) y aplaudían emocionados el discurso de Ruini, quien recordó la vida ejemplar del Pontífice, marcada  por un atentado y la grave enfermedad que padeció durante más de diez años.

El postulador de la causa de santificación de Juan Pablo II, el religioso  polaco Slawomir Oder, hizo entrega formal luego a los jueces del tribunal de la carpeta con los informes recogidos hasta ahora sobre la vida y obra de Juan  Pablo II, quien reinó 26 años.

Un tribunal de seis hombres, entre ellos Oder, un juez y un “abogado del diablo”, que revisará las objeciones a la causa, prestó juramento en la emotiva ceremonia.

Hablando en latín, prometieron confidencialidad y juraron no aceptar ningún obsequio relacionado con el caso.

Reglas para la canonización
La beatificación requiere que se haya realizado un milagro después de la muerte de un candidato y es el primer paso hacia la canonización, que a su vez requiere que se compruebe un segundo milagro.

Para ser proclamado beato, según las normas canónicas establecidas por el  propio Juan Pablo II, basta con demostrar que el candidato ha intercedido en un  milagro, en general una curación inexplicable, después de su muerte.

La fecha para el fallo de la sentencia que decide la eventual beatificación  del popularmente llamado “Juan Pablo el Grand”, como fue proclamado por la muchedumbre, no ha sido aún establecida.

Pese a que muchos esperan que la beatificación se pueda obtener en poco tiempo,  es posible que el proceso se tarde varios años, como ocurrió con el papa Juan XXIII.