Nelsa Curbelo, quien ha escrito varias veces en la página de Opinión de este Diario en calidad de invitada, desde hoy se incorpora como columnista permanente.

El nombre de Nelsa Curbelo está asociado al trabajo en favor de los derechos humanos desde hace más de tres décadas, junto a indígenas, mujeres, niños y jóvenes que están en condición de desventaja.

En 1980 fundó el Servicio de Paz y Justicia en el Ecuador junto al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. A los cuatro años la nombraron coordinadora latinoamericana de la organización y durante ocho años viajó por doce países como mediadora de conflictos.

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Estuvo en la entrega de armas de los contra en Nicaragua, intervino en la identificación de células de Sendero Luminoso en Perú, fue parte de las conversaciones de paz entre el ejército y la guerrilla en Guatemala, también integró la comisión mediadora del primer levantamiento indígena en Ecuador.

Esta experiencia, dice, le dio una visión de conjunto muy interesante sobre América Latina y la plasmó en el libro Con el pueblo camino, que lejos de ser una narración de hechos violentos, destaca los aspectos positivos de cada proceso y de cada pueblo.

“Lo que me interesa es que de las cosas aparentemente más nefastas siempre hay cómo rescatar lo positivo”. Y trata de hacerlo desde distintos escenarios, ya sea desde la docencia en la Universidad Santa María, desde la dirección de Ser Paz, o en la comunidad Cristo Liberador, del padre Pepe Gómez.

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Al momento, “me interesa parar los enfrentamientos entre pandillas”. Para ello está impulsando a estos jóvenes a cambiar su interés en las armas por actividades productivas; su objetivo es convertirlos en microempresarios.

Es una convencida de que la felicidad y el amor son indispensables en la vida: “Me parece que las personas felices, enamoradas, muy difícilmente pudieran atropellar, matar o causar desastres”.

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Ella aspira a que los seres humanos bajen un poco ese ritmo acelerado por la apropiación de bienes materiales y que “aprendamos a vivir y compartir, y no a competir”.