La selección mexicana fue el equipo sorpresa de la Copa de las Confederaciones, al llegar a semifinales, con un fútbol disciplina y ordenado, pero también descarado y valiente, como el del defensa Gonzalo Pineda, de los Pumas.
El centrocampista, de 22 años, pese a su juventud, se atrevió a lanzar un penal a lo Panenka, suavemente por el medio, y soprendió al portero Germán Lux, aunque luego México perdió esa tanda de penales con Argentina y deberá jugar por el tercer puesto, el miércoles en Leipzig, ante Alemania.
Formado en la cantera del UNAM, este Pumita, se han convertido en símbolo de esa seguridad, descaro y autoestima, que ha mostrado México en el torneo, como demuestran los caños que hicieron a los argentinos, especialistas en la materia, que Juan Pablo Sorín y Mario Santana sufrieron en sus carnes.
"Soy un jugador que no se achica ante los grandes equipos. Formamos una nueva generación que llega muy fuerte que ha demostrado que ya no se achica ante rivales de gran talla como Brasil o como Argentina y que ahora que ante Alemania tampoco lo vamos a hacer", afirmó el centrocampista.
Pineda piensa que las cosas pueden ser distintas para la selección mexicana en el futuro, con una nueva camada de futbolistas.
"La idea que empujemos a las nuevas generaciones, con una nueva mentalidad, que ya no nos achiquemos, que encaremos. Es lo que nos ha tratado de hacer comprender Ricardo (La Volpe, el seleccionador), que nos enfrentemos sin miedo a grandes rivales y hemos dado una buena imagen", añadió.
Pineda no piensa que ese tercer puesto por el que van a luchar no tenga ninguna importancia. "Vamos a a intentar lograr el tercer lugar, que es bastante digno para México. Se hizo un gran torneo y vamos a tratar de terminar de la mejor forma posible, ganando", indicó.
Pineda, centrocampista por el lado izquierdo, empezó como suplente en el primer partido contra Japón, aunque jugó la segunda mitad y ya fue titular en los otros tres partidos restantes en la Copa de las Confederaciones.
Contra Brasil jugó los primeros 69 minutos y frente a Grecia y Argentina jugó los dos partidos completos, en parte debido a las bajas del equipo: los lesionados Hugo Sánchez y Rafa Márquez, que luego se recuperó y participó en el último partido, y la expulsión por presunto dopaje de Aarón Galindo y Salvador Carmona.
"Lógicamente los extrañamos dentro del campo, porque son grandes jugadores, pero el grupo ha demostrado que es eso, un gran grupo, que se mantine fuerte y que no se basa en individualidades", afirmó el centrocampista.
Pineda está de acuerdo con la filosofía de su técnico, Ricardo La Volpe, que quiere hacer un conjunto y no depender de individualidades.
"Creo en el grupo y por eso las ausencias no nos afectaron. La idea del proceso de La Volpe es que haya muchos jugadores para poder suplir las bajas. Tenemos hombres de calidad, que han comprendido el proceso del entrenador. Hemos aprendido a hacer lo que él quiere", dijo.