Eduardo Bajaña, de 20 años, y su primo Arístides Sánchez, de 22, murieron la tarde del domingo pasado luego que un sujeto no identificado les disparara supuestamente porque se resistieron a ser asaltados cuando iban en un bus de la línea 114, en el bloque 6 del sector de Flor de Bastión (norte de la ciudad).

El hecho ocurrió a las 18h00 después que las víctimas, según versiones de los moradores del lugar, terminaran de jugar un partido de fútbol en una calle ubicada a 500 metros de la estación de la línea antes mencionada.

Bajaña y Sánchez se subieron en el bus sin rumbo conocido cuando dos cuadras más adelante se escucharon disparos. “El bus paró y alguien lanzó los cadáveres a un lado de la calle del bloque 6 y los dejaron ahí”, dijo ayer un morador del sector que prefirió la reserva.

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Yolanda Alay, vecina de Bajaña, indicó que los testigos avisaron a los familiares de la víctima que “su hijo estaba tirado en la calle. Ellos fueron a verlo y se lo llevaron a su domicilio sin esperar que vengan las autoridades para levantar el cadáver”.

Relató que la Policía llegó a las 20h00 para llevarse los cuerpos a la morgue y que los trajeron en la madrugada de ayer. Mientras Alay dijo tener buenas referencias de Bajaña, quien -según ella- mantenía a su familia en trabajos eventuales porque su padre se fracturó la pierna, otros vecinos expresaron que era amigo de los integrantes de la pandilla de Los Zetas. El cadáver de Bajaña fue llevado al cantón Salitre, mientras que el de Sánchez a Manabí.