La participación del presidente de la República, Alfredo Palacio, en un panel periodístico realizado el martes pasado, confirmó que en Carondelet se pretende cambiar el relativo distanciamiento que hasta hace poco mantenía el Mandatario con la prensa.

Hasta esa fecha habían pasado 62 días desde que asumió el poder, y Palacio asistió por primera vez, como Presidente de la República, a un amplio interrogatorio en que el Jefe de Estado varió el esquema tradicional de este tipo de entrevistas, así como su imagen de un hombre extremadamente serio al que casi nunca se le ve sonreír en público.

De ahí que en el panel se permitió hacer bromas y no dudó en ponerse de pie para explicar con mayor expresividad los planes que tiene para los próximos meses.

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El cambio de estilo no fue casual; es parte de una estrategia que tiene por objetivo resaltar la imagen del Mandatario, pero sobre todo difundir y someter a la discusión ciudadana los planteamientos de orden político, económico y social con los que pretende reestructurar al Estado.

Uno de los responsables de esa estrategia es Andrés Seminario, ex directivo de la empresa de publicidad De Maruri y actual secretario de Comunicación del Estado, quien explica que más allá de las entrevistas televisadas, la agenda de comunicación del Mandatario incluirá contactos formales e informales con los medios de comunicación del país “para a través de ellos conocer y recoger las expectativas de la ciudadanía”.

En ese esquema y sin caer en las continuas cadenas nacionales como ocurrió en el anterior régimen, la Secretaría de Comunicación prevé realizar al menos una intervención presidencial al mes, sea a través de cadenas informativas, ruedas de prensa o paneles periodísticos en vivo. También se harán visitas a los principales medios de comunicación.

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En las dos primeras intervenciones televisadas de Palacio (24 de mayo y 16 de junio), se han obtenido buenos resultados para su imagen según Seminario, quien indica que de acuerdo con ciertas mediciones (encuestas) ordenadas por la Presidencia de la República, los resultados neutrales (ni bueno, ni malo) y positivo (bueno) en cuanto a la credibilidad del Mandatario frente a la ciudadanía, “han registrado un crecimiento desde el 20 de abril” (no precisa los porcentajes de ese crecimiento).

Los cambios en el área de comunicación de Carondelet incluye un nuevo vocero presidencial que es el secretario general de la Presidencia, Maximiliano Donoso.

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Él es quien en los últimos días ha participado activamente en las reuniones con autoridades locales y además, ha difundido las decisiones que adopta el Presidente, y el Gabinete Ministerial, roles que antes lo compartían el ex secretario de Comunicación, Carlos Cortez, así como el secretario general de la Administración, Luis Herrería.

El primero salió del Gobierno y el segundo cerró todo contacto con la prensa luego de sus declaraciones contra el proyecto bolivariano del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

El papel de Seminario, a quien no le gusta dar declaraciones pese a que dice que él es el portavoz del Mandatario, estará más relacionado con la organización de la Secretaría de Comunicación, en donde al momento se mantiene un personal aproximado de 30 personas, incluido el departamento de Síntesis Informativa y Radio Nacional.