Juan Pablo II se beneficiará de la aceleración de los procesos de beatificación que él mismo inició.

Mientras que antes hacían falta a veces siglos para lograr una canonización, en su pontificado se realizaron algunas beatificaciones relámpago o en pocos años, como ocurrió en los casos del sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador de la prelatura del Opus Dei, muerto en 1975, beatificado en 1992 y canonizado en 2002, y la de la madre Teresa de Calcuta, muerta en 1997 y beatificada en el 2003.

Durante sus 26 años de pontificado, Karol Wojtyla batió todos los récords beatificando a 1.338 personas y proclamando 482 nuevos santos, contra los 302 designados en los cuatro siglos precedentes.