El momento de reivindicarse y ‘limpiar’ su imagen llegó. En el transcurso de la semana, Barcelona se preparó para conseguir un resultado positivo en su visita al Aucas en Chillogallo, donde espera poder hacer olvidar las tres goleadas recibidas en sus anteriores presentaciones en Quito.
En tres partidos disputados en los 2.850 metros de altura de la Capital, los toreros no han podido conseguir ni un solo punto y han recibido trece goles sin poder anotar siquiera uno.
Por ello, esta mañana (11h30) y ante el ídolo quiteño, los jugadores amarillos esperan alcanzar al menos un empate que les permita mantenerse en la parte alta de la zona de clasificación a los play off del torneo Apertura.
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Si bien los canarios no tienen jugadores suspendidos, habrá cuatro ausencias por lesión: Franklin Corozo, Hugo Guerrón, Danny Vera y Ángel Fernández, a quienes se podría sumar el arquero Edwin Villafuerte si le recrudece la lumbalgia que padece, pero que no le impidió formar parte de las últimas prácticas.
Barcelona está en Quito desde ayer (17h00), medida adoptada por Jimmy Montanero y Walter Rolando Guerrero –al mando hasta la llegada de Juan José Peláez–, con el fin de mitigar los efectos de la altura.
Mientras que Aucas tiene una doble motivación: reivindicarse de la peor goleada sufrida en su estadio (0-5 ante Deportivo Quito) y conseguir los tres puntos que lo clasifiquen a los cuartos de final.
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El equipo dirigido ahora por Dragan Miranovic, quien se incorporó el pasado martes, tiene las bajas del suspendido Vilson Rosero y los lesionados Oswaldo Minda y Breiner Castillo, pero también recupera al defensa Renán Calle.
La preparación de Aucas cambió radicalmente. Los entrenamientos relajados en Chillogallo, en donde el ambiente era amigable cuando estaba el colombiano Javier Álvarez, se transformaron en horarios rígidos y zonas para la prensa y jugadores.
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La disciplina e insistentes correcciones en el funcionamiento táctico caracterizaron la forma de trabajo del montenegrino Miranovic, quien debutará en el banco auquista ante los toreros, a quienes dirigió en el 2001.