Estados Unidos está frente a lo que podría ser el primer caso de una vaca nacida en el país enferma con la encefalopatía bovina espongiforme (mal de la vaca loca), confirmado siete meses después que las autoridades sospecharon que el animal podría estar infectado.

Mientras, Taiwan anunció que reanudaba de inmediato su prohibición de importar carne vacuna estadounidense.