Moradores de esta ciudadela aseguran que enfrentan problemas de delincuencia y  tránsito.

Dos son las preocupaciones principales de los moradores de la ciudadela Kennedy Norte: el incremento de la actividad comercial y el abandono del Puesto de Auxilio Inmediato (PAI).

Según tres de los representantes  del comité del sector, esas situaciones han provocado hace varios años problemas a sus habitantes.

Marco Andrade, presidente de la agrupación, sostiene que una reforma municipal permite ahora que “en terrenos de 450 metros como mínimo pueden instalarse consultorios, oficinas de administración comercial o afines que no tengan conflicto con el propósito residencial”.

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Esto les preocupa -dice Andrade- pues temen que la ciudadela deje de ser un sector “exclusivamente residencial”, tal como fue promocionada a fines de la década de los ochenta.

La situación mantiene en alerta a los representantes, pero hay algo que les disgusta: el abandono del PAI, situado junto al puente que une a la ciudadela con Urdesa Norte.

Para el comité, quienes residen en la zona invirtieron más de $ 16 mil en la edificación del puesto de control. Incluso sus delegados destacan que compraron dos motocicletas y equipos de comunicación para combatir  a la delincuencia.

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Ahora, -señalan- el lugar está abandonado. Esto, luego de que los policías dejaran de utilizarlo en julio pasado.

Sobre estas situaciones los delegados de los moradores han enviado cartas al Municipio de Guayaqui, pero afirman que aún no han recibido una respuesta.

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“El Alcalde ha tenido siempre la disposición de ordenar a los jefes departamentales que tomen las acciones pertinentes. Sin embargo, hasta este momento la acción municipal ha sido totalmente negativa”, expresa Andrade.

Esa declaración es corroborada por Clotario Muñoz, quien expresa que a la lista de dificultades se suma la falta de control de tránsito en la zona. “En las primeras horas de la mañana y en la tarde es común observar los carros de las escuelas de conducción en las principales vías de la ciudadela”, explica.

Agrega que por esas calles también circulan  vehículos pesados como tráilers, volquetas y camiones, aunque el sector es residencial.

“El único deseo que tenemos es rescatar la seguridad de la ciudadela que se perdió hace  algún tiempo”, dice Ernesto Manzo, ex representante del comité. Él también espera la atención de las autoridades.

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