La selección española quedó eliminada del Mundial Sub 20 al perder en cuartos de final con Argentina (3-1) tras un partido en el que el equipo español fue de menos a más pero en el que su falta de puntería le condenó ante un contrario que no dejó escapar sus ocasiones.

Argentina empezó más metida en el partido que España. Los argentinos bloquearon el centro del campo español y se plantaron con frecuencia en el área rival e incluso vieron como antes del minuto 10 les era anulado un gol.

Al igual que sucedió en algunos partidos del torneo, el equipo de Iñaki Sáez se mostró falto de ritmo y mientras los rivales anteriores apenas tenían entidad para inquietar, hoy delante estaba Argentina, que se benefició de una jugada a balón parado para abrir el marcador. Lionel Messi sacó desde la banda y Pablo Zabaleta remató desde dentro del área.

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España se encontró con una situación desconocida en la competición: un marcador adverso. Al equipo español le costó, pero finalmente serenó su juego. Superada la media hora de juego, a Argentina, que se empleó con dureza, le costaba más manejar el centro del campo.

La mejoría española se reflejó en el marcador con un gol de Alberto Zapater en el que, una vez más, Fernando Llorente fue protagonista, al dejar el balón con el pecho a su compañero para que, con un colocado disparo, el aragonés igualase el choque.

Desde este momento, el partido se equilibró. España controlaba mejor al equipo albiceleste, aunque no pudo evitar dos latigazos de Messi y Pablo Vitti, que cerca estuvieron de sorprender a Biel Ribas.

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 Zapater respondió ante la meta contraria, pero el primer tiempo se cerró con tablas y con un partido vibrante y muy abierto.

La segunda parte se abrió con la misma intensidad que presidió la primera. La formación española se hizo con el centro del campo. La posesión del balón era netamente del equipo de Sáez, pero adoleció de más picardía y efectividad en las inmediaciones del área argentina.

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Sin embargo, el partido dio un giro extraño. Superados los veinte minutos de este segundo tiempo el juego bajó su ritmo, lo que benefició a la selección de Pancho Ferraro, que haciendo lo justo se encontró con dos goles a su favor en las dos primeras ocasiones de las que dispuso. Gustavo Oberman, en el minuto 70, y Messi, en el 73, no perdonaron como antes había hecho España.

Los goles cambiaron todo. El partido se rompió, se puso como le gusta a Argentina. Lógicamente, los argentinos se crecieron ante un equipo que se vino abajo moralmente. Después de haber llevado la batuta del juego se encontró con un castigo muy duro.

No supo España recortar siquiera el marcador y se encontró eliminada del torneo tras un partido que empezó mal, en le que mejoró para ser durante más fases mejor que Argentina, a la que perdonó y acabó por pagarlo muy caro.