Pese a los operativos de control de la distribución del gas de uso doméstico en Guayaquil, que efectúa la Dirección Nacional de Hidrocarburos (DNH), el malestar ciudadano por el desabastecimiento del producto continúa.

Ayer, en algunas distribuidoras de las principales calles de la ciudad colgaban letreros con la frase: “No hay gas”.

Dos de los inspectores de la  DNH permanecieron durante toda la mañana en una de las  mayores distribuidoras de la empresa Duragas (propiedad de Repsol-YPF), ubicada en la Av. Veinticinco de Julio y Perimetral.

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Allí controlaron que el producto no se desviara a los taxis y al sector industrial; por ello, varias personas que necesitaban gas para cocinar acudieron desde temprano a comprar el combustible.

Eduardo Guillén, morador del Guasmo Norte, manifestó que desde hace cuatro días no consigue gas. “Aún hay desabastecimiento, varias distribuidoras no tienen gas o no lo venden porque prefieren a los taxistas”, dijo.