Luego de tres años de labores, la organización española Médicos Sin Fronteras (MSF) culminó ayer su proyecto Flor de Bastión: Supera barreras apropiándose de su salud sexual y reproductiva.

Durante ese tiempo, indica Patricia Parra, coordinadora de terrenos del plan, trabajaron en capacitación y educación de la comunidad para mejorar la calidad y las coberturas de atención en salud sexual (infecciones de transmisión sexual, planificación familiar, embarazo y posparto) en los tres subcentros del sector.

En ese sentido, se plantearon incrementar las actividades de promoción y educación sexual y sensibilizar a la opinión pública sobre la marginación de esta población.

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Y empezaron por los jóvenes, con charlas de educación a 1.200 estudiantes de doce colegios de la zona, y con el personal de salud de los subcentros del Ministerio.

“Al principio hubo dificultad para cumplir los objetivos. Empezamos desde oferta de servicios para dar calidad y calidez de servicio”, señala.

Pero no fueron los más complejos. El principal problema que tuvo la organización fueron los cambios permanentes de las autoridades de salud, a nivel de la Dirección Provincial y de la jefatura del área 11, de Francisco Jácome.

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Desde el 2002, señala el informe final de labores de MSF, hubo 11 directores de Salud en Guayas y 10 en la jefatura.

“Esto tiene una incidencia directa en los planes de salud, porque no hay continuidad. Cada director quiere hacer cambios radicales. Además hay mucha movilidad del recurso humano, por eso es complicado mantener programas”, indica.

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Además, no existieron garantías mínimas de continuidad en los contratos del personal de salud, obstetrices y médicos de las tres unidades del Ministerio, que fueron capacitados por la ONG.

Esto, pese a que fue un compromiso adquirido por el Ministerio de Salud, en el convenio interinstitucional que firmó con Médicos Sin Fronteras. “Hubo muchos cambios en la modalidad de contrato y desfase en pagos lo que causa desmotivación del personal”.

Además, desde inicios de año, en que MSF finalizó la donación de medicamentos e insumos relacionados a la ley de maternidad gratuita, el Ministerio no ha enviado los desembolsos a los dispensarios.

Pese a todo, lograron que la comunidad reconozca sus derechos y exija calidad de servicio, mediante dos Comités de Usuarias de la zona.

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“Teníamos poca participación masculina así que íbamos a buscarlos a sitios de reunión, a billares y canchas. Dábamos promoción y entregábamos preservativos”, dice Parra.

Con ello, lograron incrementar la demanda de preservativos como método de planificación familiar y que haya más participación de líderes comunitarios.