El laico ultraconservador Mahmud Ahmadinejad ganó  la presidencial iraní contra el religioso moderado Akbar Hachemi Rafsandjani,  una victoria que sus allegados compararon a un tsunami y puede transformar la  imagen de Irán y sus relaciones con Occidente.

"Ha ganado", declaró el portavoz del Ministerio de Interior, Jahanbajsh  Janjani, a la prensa.

"Se acabó", había admitido antes un colaborador de Rafsandjani.

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Ahmadinejad, casi un desconocido antes de ser alcalde de Teherán en 2003,  consiguió más del 61% de la práctica totalidad de las papeletas computadas,  indicó el portavoz.

Según las primeras indicaciones, 22 millones de iraníes votaron este  viernes, indicaron fuentes cercanas al recuento. Esa cifra representaría un 47%  de electores.

Casi 47 millones de iraníes estaban habilitados para elegir entre el  pragmático ex presidente Akbar Hachemi Rafsanyani y el alcalde conservador de  Teherán.

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Hacia las 23H00 locales (18H30 GMT), tras cinco prórrogas, las oficinas de  votación recibieron la orden de cerrar una vez que los últimos electores  hubiesen votado, e iniciar el recuento de votos, informó el ministerio del  Interior, que agregó que el cómputo ya había comenzado en algunas provincias.

El Guía supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, prohibió que los partidarios de  los dos candidatos participantes en la segunda vuelta de las presidenciales  celebren la victoria en las calles, para evitar hechos de violencia, informó la  agencia oficial Irna.

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Todos los pronósticos anunciaban una competencia codo a codo en esta  elección, que se desarrolló bajo una enorme tensión. El campo de Rafsanyani  denunció "enormes irregularidades", como la detención de muchos de los  observadores enviados por el candidato a las oficinas de votación.

El ministerio del Interior iraní anunció que hubo algunas irregularidades y  dijo estudiar una suspensión de las operaciones en ciertos locales de votación,  pero el Consejo de Guardianes, institución ultraconservadora que supervisa las  elecciones, se opuso categóricamente a la suspensión.

Los primeros resultados se esperaban para las primeras horas del sábado.

"Rafsanyani está delante de Ahmadinejad en la mayoría de las regiones",  dijo a la AFP en un primer momento uno de los dirigentes de la campaña del ex  presidente, Gholamhossein Karbaschi.

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Por su parte, un allegado a Ahmadinejad, Khosro Daneshjoo, expresó  confianza en la victoria de su candidato.

"Somos muy optimistas (...). Tenemos la impresión de que va a ganar por un  margen importante", aseguró.

Antes del cierre de las urnas, el diario Kayhan, una de las publicaciones  ultraconservadoras más influyentes, ya imprimía en su portada el titular: "La  destacable victoria de Ahmadinejad".

Sin embargo, "según nuestras estimaciones, Hachemi (Rafsanyani) tiene 55%  (de los votos), Ahmadinejad 45%", dijo otro colaborador del ex presidente,  Mohamad Atrianfar.

Con esta elección, marcada por insistentes sospechas de fraude, Irán podría  tomar dos posiciones radicalmente diferentes tras la época de innegables  reformas de Mohamed Jatami: la de la moderación y distensión con Occidente, en  la persona de Rafsanyani, o la de la radicalización con Ahmadinejad.

Rafsanyani dice querer "impedir que el extremismo se instale en el país".

Pero las maneras simples de Ahmadinejad, su imagen de buen musulmán sin  ambiciones personales y su discurso populista que promete distribuir al pueblo  la riqueza nacional le han generado una importante simpatía entre los más  desfavorecidos.

"Estoy orgulloso de ser el pequeño servidor, el barrendero de las calles de  la nación iraní", declaró Ahmadinejad a sus partidarios exaltados, antes de  rendir homenaje al "imán Jomeini y sus fieles" y a los "mártires del Islam y la  libertad".

Los occidentales se inquietan ante la posibilidad de que la elección de  Ahmadinejad signifique un endurecimiento del régimen y perjudique el diálogo  crucial sobre el programa nuclear iraní.

"No hay razones para preocuparse", ha dicho sin embargo Jatami, quien  afirmó que las decisiones estratégicas sobre esos temas se toman de manera  colegiada "al más alto nivel".