El futuro repliegue israelí de la franja de Gaza resulta un paso  hacia la paz en Oriente Medio, según autoridades.

Israel abandonará sus asentamientos de Belén, en el sur de Cisjordania, para transferirlos a los palestinos, anunció ayer el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz.

El jefe militar ordenó a sus tropas que se preparen para transferir la próxima semana el control de esa localidad y de la ciudad de Kalkilia, informó la radio del ejército israelí.

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El primer ministro israelí, Ariel Sharón, se comprometió en febrero pasado, durante una cumbre con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, en Charm el Cheij (Egipto), a transferir el control de los temas de seguridad a los palestinos en cinco localidades cisjordanas de las que por ahora solo se han beneficiado Jericó y Tulkarem.

El martes pasado, Abas y Sharón acordaron que la medida se aplique primero a Belén y luego a Kalkilia.

Un responsable israelí informó que  Israel dispuso esta oferta con la condición de que los palestinos establezcan un “plan de seguridad para acabar los ataques de grupos armados”.

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El ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, ordenó ayer a las autoridades militares preparar a sus efectivos para entregar la semana próxima el control de la ciudad cisjordana de Belén a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Una semana después, en la primera de julio próximo, los soldados israelíes también tendrán que levantar el cerco, impuesto hace casi tres años, a raíz de la Intifada de Al Aksa, a la localidad de Kalkilia, otra de las ciudades palestinas autónomas de Cisjordania.

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Mofaz dio esas órdenes durante una reunión con el nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, el general del aire Dan Halutz, y los jefes superiores del Estado Mayor, informaron fuentes castrenses.

La liberación del cerco impuesto a ambas ciudades palestinas fue prometida el pasado martes por el primer ministro, Ariel Sharón, al presidente de la ANP, Mahmud Abas, en Jerusalén.

Asimismo, dijo a los jefes militares que deben preparar a los efectivos y los equipos mecánicos que deben efectuar la demolición de los 21 asentamientos israelíes de la franja de Gaza, que el Ejército y los colonos empezarán a evacuar en agosto.

Mofaz también señaló que Israel exige al presidente Abas (Abu Mazen) poner fin a la violencia de las facciones de la resistencia palestina.

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El ministro dijo que cuando la ANP cumpla con ese compromiso, según el plan de paz conocido como “Hoja de ruta”, Israel dará el control de todas las ciudades palestinas.

Con la orden de preparar la retirada de Belén y Kalkilia, el ministro de Defensa les ordenó acelerar la construcción de la valla que Israel levanta en tierras palestinas de Cisjordania con el argumento de que servirá para su seguridad.

La edificación de la valla está detenida en algunos tramos por recursos de amparo presentados por miles de palestinos afectados por su trazado.

Israel también comenzó a desmantelar ayer tres posiciones en escuelas palestinas de Hebrón, donde judíos y musulmanes veneran al patriarca Abraham.

Se trata de posiciones que separan a unos 500 colonos de los siete enclaves que conforman el asentamiento judío dentro de esa ciudad con 130.000 habitantes palestinos, autónomos en el 80% del perímetro municipal. El 20% restante lo controla Israel por un acuerdo de 1999.

Belén está situada a 9 kilómetros al sur de Jerusalén. Se halla enclavada en los Montes de Judea, en Cisjordania. Su población bordea los 30.000 habitantes, la mayoría cristianos. Pertenecía a la tribu de Judá y fue la aldea en la que nació Jesús.