Los expertos buscan que los astronautas,  aislados del  medio terrestre,  elaboren platos que evoquen el hogar y los placeres de la mesa.

Un viaje tripulado por seres humanos al planeta Marte no es  concebible antes del año 2030, pero en la Tierra ya se conciben las comidas que  permitirán a los futuros astronautas sobrevivir durante misiones espaciales  prolongadas.

“Pan marciano con mermelada de tomates verdes”, “ñoquis a la espirulina”,  “milhojas de papas y tomates” o “arroz con leche de soya” son algunas de las once  recetas elaboradas por la sociedad francesa de gastronomía ADF para la Agencia Espacial Europea (AEE) y el Centro Nacional de  Estudios Espaciales.

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“¿Quién querría embarcarse en un viaje de mil días –el equivalente de un  trayecto de ida y vuelta a Marte– sabiendo que solo tendrá pan para  alimentarse?”, se pregunta Christophe Lasseur, director del centro técnico de  la AEE en Noordwijk (Holanda), del plan Melissa.

En las misiones cortas de los transbordadores o incluso del Apolo, todo lo  que hace falta para sobrevivir se carga en la Tierra (botellas de oxígeno y de  agua, alimentos), pero eso será imposible en una misión espacial de larga  duración.

“Para un metabolismo normal se requieren 5 kg por día y por persona,  combinando oxígeno, agua y alimentos. Para seis hombres, la tripulación clásica  de una misión a Marte, se necesitaría una masa de 30 toneladas, una cifra  colosal. De ahí el interés de producir alimentos a bordo y también de reciclar  y convertir el agua sucia en agua potable y el aire contaminado en aire  limpio”, dijo Christophe Lasseur, doctor en ingeniería biológica.

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“En lo que se refiere al aire y al agua, sabemos las cantidades que se  necesitan, pero con los alimentos es diferente”, señala.

Los expertos seleccionaron nueve alimentos: arroz, cebolla, tomate, soya,  papas, lechuga, espinacas, trigo y espirulina (un alga verde azulada muy rica  en proteínas que crece con poca agua).

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Estos productos proporcionan la cantidad necesaria de calcio, lípidos y  vitaminas, y serían el 40% de la comida de los astronautas.

“¿Por qué 40%? Porque cultivando los vegetales suficientes como para cubrir  40% de lo que comemos, ganamos el oxígeno y el agua que necesitamos para  vivir”, explica Lasseur.

La ADF fue creada en 1999 por el jefe de cocina francés Alain Ducasse para  codificar los métodos de trabajo y enseñar técnicas culinarias a los  profesionales.

“En esta ocasión el desafío ha sido crear, para astronautas aislados del  medio terrestre, platos que evoquen el hogar, los placeres de la mesa”,  explica Florence Cane, de ADF.

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