Katia Murrieta

Habiendo culminado mis funciones de embajadora extraordinaria plenipotenciaria, delegada permanente ante la Unesco, que ejercí desde el 1 de julio del 2004, y considerando que todo ciudadano que ha percibido un sueldo del Estado tiene la obligación y el deber moral de rendir cuentas de su gestión, me permito comunicar que el pasado 16 de mayo presenté al Presidente y al Canciller de la República el informe pormenorizado y resumido de las labores realizadas hasta el 29 de abril del 2005.

Pese a la precariedad de las condiciones en las que trabajé, con un escaso remanente de fondos que quedaban del 2003, desplegué una intensa y agotadora labor en beneficio de mi país. De ello me queda la inmensa satisfacción de haber representado dignamente a mi patria, conforme corresponde, en las distintas áreas en las que presté mi contingente, de lo cual dan su positivo testimonio tanto el cuerpo diplomático de los distintos países acreditados ante la Unesco cuanto sus funcionarios mismos a todo nivel. Sintetizo mi actividad en las siguientes áreas:

Administrativa, en relación con la Cancillería y el Ministerio de Educación y Cultura, con una comunicación constante acerca de los diversos tópicos en los que tiene interés el Ecuador de representación ante la Dirección General, funcionarios de la Unesco de distinto nivel, trasladando las inquietudes relativas a temas trascendentes, como la conservación de las islas Galápagos, Camino Principal Andino, etcétera.

De representación ante los diversos organismos, como Consejo Ejecutivo, Grulac, Grupo G-77, con participación constante y positiva. Presenté nuestra candidatura para el Comité de Patrimonio Mundial, considerando nuestra riqueza natural y cultural.

De interacción con los embajadores de los distintos países; y, las diferentes dignidades que ostentan en los diversos organismos subsidiarios, a fin de obtener beneficios para el país o la región.

De intervención efectiva en los distintos foros de presentación de proyectos en beneficio del país, como el de registro de la música, lengua y tradiciones orales de la Amazonia.

De organización de actos para la promoción del Ecuador, entre ellos un concierto de música ecuatoriana, con cuatro distinguidos artistas, que congregó a más de 1.200 personas, la adhesión de la Unesco a la celebración del centenario del nacimiento de Jorge Icaza.

De conservación y salvaguarda del patrimonio natural, material e intangible.

De negociación para captar puestos de representación, incluso la de la Vicepresidencia de la Conferencia General, equivalente a la Asamblea General de la ONU.

Todas mis gestiones tuvieron el apoyo decidido de las autoridades de la Unesco. Lamentablemente para el país, muchos proyectos se quedan truncos porque el tiempo fue insuficiente para culminarlos y otros se quedaron en planes por realizar.

Dra. Katia Murrieta Wong
París, Francia