La región de Cusco, tras un rito ancestral, declaró ayer legal el cultivo de la hoja de coca ante la presión de campesinos de la zona y desafió al Gobierno, que afirma que esto podría incentivar el narcotráfico en el país, segundo productor mundial de cocaína.

La aprobación de la medida se realizó ante unos 2.000 campesinos que inundaron una plaza de la ciudad, en el sudeste de Perú, portando banderas multicolores del antiguo imperio inca.

Muchos de los asistentes danzaban y masticaban hojas de coca.

Publicidad

Un sacerdote inca pidió al espíritu del cerro Machu Picchu, que alberga al principal atractivo turístico de Perú, protección para la hoja de coca. “La promulgamos con mucha satisfacción a nombre de los más pobres del Cusco, aquellos que se muerden las uñas y en medio de su hambre y de su soledad recurren únicamente a las laderas para sembrar su sagrada planta de la hoja de la coca”, dijo el presidente de la región de Cusco, Carlos Cuaresma.

El gobierno del presidente Alejandro Toledo aprobó en el 2003 una ley que estableció que los nuevos cultivos de hoja de coca en este país eran considerados ilegales.