En poesía, se reproducen poemas de Enrique Noboa Arízaga, Antonio Santos, Piedad Romo-Leroux, Ana María Iza, Abel Romeo Castillo, Rafael Díaz Ycaza, Augusto Rodríguez, María Fernanda Cazón Morán, Rodolfo Salazar, entre otros.

La revista rinde homenaje especial al gran bardo chileno y universal Pablo Neruda, de cuya obra en prosa y verso se recoge importante y casi desconocida producción.

Con muchas razones del corazón, aplaudo que –deliberadamente o no– la revista comienza con una nota escrita por Ángel F. Rojas a propósito de El Busto de doña Leonor, su último libro de cuentos. El querido y siempre recordado Rojitas dice en frase premonitoria de su muerte cercana: “También quise, en varias oportunidades, publicar un segundo tomo de mi ensayo sobre el relato ecuatoriano, que se editó en México, en la colección Tierra Firme del Fondo de Cultura Económica en el año 1948, ya que solamente alcanzó a estudiar la época y la producción novelística ecuatoriana, hasta 1945. Mi idea era, siguiendo el mismo método, avanzar con mi trabajo hasta el año 1990, pero el propósito me parece ahora superior a mis fuerzas, y sobre todo, el tiempo que me queda por vivir”.

Cuadernos del Guayas es, más que una excelente revista de literatura, el órgano oficial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas. Su primer número apareció en abril de 1948, bajo la presidencia del arqueólogo Carlos Cevallos Menéndez. El poeta Cristóbal Garcés Larrea dirige la publicación, acompañado por un Consejo Editorial que está integrado actualmente por Luis Félix López, presidente del Núcleo; Carlos Eduardo Jaramillo, Fernando Cazón Vera y Jorge Velasco Mackenzie.

Hacemos hincapié sobre la trascendencia que tiene Cuadernos por el hecho de que Guayaquil carece de revistas consagradas a la difusión de la obra de nuestros creadores literarios. La poesía, el cuento, la novela y el ensayo carecen de apoyo editorial. Es lamentable destacar que esta falta de difusión de su obra es el motivo fundamental del abandono de su vocación por muchos jóvenes valores de las letras. El generoso apoyo que brinda en este campo la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, está limitado por el exiguo presupuesto asignado por el Estado.

Querámoslo o no, se nos viene a la memoria la teoría de la pequeña gran nación expuesta por Benjamín Carrión. Según ella, la grandeza de nuestros pequeños países no la conseguiremos por la fuerza de las armas o por la riqueza material sino por la cultura.
El fundador de la CCE pensaba que nuestra patria podía tener la fuerza espiritual de una “Suiza de América”, por obra y gracia de sus artistas y pensadores; de sus poetas y novelistas; de sus pintores y escultores; de sus maestros en todas las artes y artesanías.