El español Rafael Nadal superó con éxito la prueba de fuego que supone la primera ronda de Wimbledon al vencer este martes con absoluta superioridad al estadounidense Vincent Spadea, por 6-4, 6-3 y 6-0.

Para el actual campeón de Roland Garros el tránsito de la pista central de París, la Phillipe Chatrier donde ganó su primer Grande hace 16 días ante el argentino Mariano Puerta, a la Central de Wimbledon, fue todo un paseo.

Vestido de blanco, como manda la tradición de este torneo y cambiando la camiseta verde con la que triunfó en París, por un polo sin mangas y cuellos, Nadal completó un partido complicado en principio por la experiencia de su rival en pista rápida, y resuelto casi a la perfección, ganado sin ceder una sola vez su servicio y concediendo únicamente un punto de ruptura.

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Salir airoso en el primer encuentro en un Grand Slam supone la mejor inyección de moral en un Grande. Sobre todo cuando se tiene 19 años recién cumplidos, y Nadal, que ya alcanzó la tercera ronda en el All England Tennis Club hace dos temporadas (se perdió participar en el 2004 por lesión) completó su trabajo en tan solo una hora y 31 minutos, acelerando en cada manga. La primera en 40 minutos, la segunda en 26 y la tercera en 25 minutos, con Spadea entregado y convencido de la superioridad del manacorense.

Lo bueno de Nadal es que jugó cómodo, sin que Spadea le complicase el encuentro, y que el saque del español, el arma que más debe mejorar, como le quedó claro cuando perdió contra el tailandés Paradorn Srichaphan hace dos temporadas, le funcionó, logrando siete saques directos y algunos servicios a 205 kilómetros por hora.

Su regularidad en el fondo quedó clara, al cometer únicamente ocho errores no forzados, mientras que el americano hizo 31. Su derecha, angulada, buscando las líneas, precisa y con un efecto endiablado fue un cuchillo que martilleó la espalda de Spadea, que ante tanto esfuerzo para agacharse tuvo que ser atendido en la pista en dos ocasiones.

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El paseo final, ganando los últimos ocho juegos, fue todo un recital de Nadal, que al acabar el partido saltó de alegría, puño en alto, a su más puro estilo.

Wimbledon se abre para Rafael Nadal que ahora tiene una segunda ronda cómoda en teoría, pues su rival es el luxemburgués Gilles Muller, zurdo como él, de 21 años, 69 del mundo, debutante en este torneo y que ganó hoy su primer partido en grande al vencer al español Félix Mantilla por 5-4 y abandono por lesión.

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Muller cayó este año en la primera ronda del Abierto de Australia ante el español Fernando Verdasco. Esta temporada sus mejores resultados han sido alcanzar los cuartos de final del challenger de Heilbronn (Alemania) y los de Casablanca.