El Municipio de Quito prepara un plan para enfrentar el posible desplazamiento a la capital de grupos delincuenciales que operan en Guayaquil y por ello busca la colaboración del Gobierno.

La presión que en Guayaquil ejerce la fuerza pública en coordinación con  las empresas de seguridad privada, para combatir a la delincuencia, preocupa al alcalde de Quito, Paco Moncayo, quien ayer se reunió con el ministro de Gobierno, Mauricio Gándara, y  el comandante de Policía, José Vinueza, en el cabildo. El temor de Moncayo es que esa presión genere el traslado de los niveles de violencia hacia otras urbes por lo que coordinará acciones para evitar el aumento de los delitos.

Moncayo dijo no estar conforme con la acción policial en el área de seguridad y de control de tránsito y recordó que la Policía ofreció mil uniformados para custodiar la ciudad. Según sus proyecciones, esos agentes deberán vigilar el Centro Histórico donde se registra uno de los niveles más altos de inseguridad.