Con apabullante goleada de 7-0 sobre El Nacional, Liga de Quito se aseguró ayer su acceso al play off del torneo Apertura como primero en la tabla de posiciones y, por ende, su pase directo a la Copa Sudamericana del 2006.
En el funcionamiento albo pesó la experiencia y trayectoria de la mayoría de los elementos universitarios sobre un nervioso y dubitativo conjunto militar al que la paliza lo frenó en su intento de adueñarse del liderato.
El Nacional presentó en los primeros minutos un fútbol incisivo, el mismo que le permitió vencer a los azucenas en la primera rueda del campeonato 4-1.
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Daba la impresión que el partido se iba a inclinar a favor de los rojos con las constantes llegadas de Cristhian Lara y Félix Borja, sin embargo, el gol de Gabriel García, luego de un pase de Édison Méndez a los 9 minutos y las expulsiones de Antonio Valencia (17 m) y Erik de Jesús (32 m), cambiaron el rumbo del partido y se diluyó el dominio de El Nacional.
Quedará como hecho anecdótico que Antonio Valencia, en su despedida de El Nacional, antes de integrarse al Villarreal de España, apenas pudo permanecer en el campo 17 minutos, debido a que recibió una tarjeta roja por agresión a Paúl Ambrosi.
Se aprovechan los azucenas
De esas situaciones se aprovechó Liga y logró ser contundente y complicar a los defensas militares y al arquero Giovanny Ibarra.
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Llegó el segundo tanto de Gabriel García y Graziani puso el tercero cuando terminaba la primera etapa.
En la fase complementaria, a pesar del resultado, El Nacional trató de encontrar el rumbo de su funcionamiento e incluso estuvo a punto de anotar, pero justamente en los minutos que los militares más apremiaban a la portería de Cristian Mora, Paúl Ambrosi convirtió el cuarto de los universitarios, al minuto 66.
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Después de la cuarta marcación los puros criollos evidenciaron un desconcierto absoluto en el terreno. Cada ataque de Liga era peligroso para el arco defendido por Giovanny Ibarra. La situación se volvió más crítica cuando entraron Álex Aguinaga, Franklin Salas y Luis Miguel Garcés, que fueron determinantes en los 3 últimos goles.
A los 67 minutos llegó el tanto de cabeza de Carlos Espínola, luego de un pase de Aguinaga. Salas anotó a los 71 minutos con un tiro desde fuera del área y Garcés cerró la goleada a los 85 minutos.
Al final se vieron las dos caras de la moneda: la alegría de los albos y su hinchada por la aplastante victoria, la clasificación y la punta del torneo; y el silencio, desaliento y humillación en los militares.
7 Liga de Quito: Mora; Reascos, Espínola, Espinoza, Ambrossi; Méndez (Aguinaga, 63 m), Urrutia, Obregón, Palacios ; García (Salas, 63 m), Graziani (Garcés, 78 m). DT: Juan Carlos Oblitas.
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0 El Nacional: Ibarra; O. De Jesús, Guagua, Castro, E. De Jesús; Valencia, Castillo, Quiroz (Brand, 69 m), Benítez (Caicedo, 36 m), Lara; Borja (D. Valencia, 68 m). DT: Ever Hugo Almeida.
Árbitro: Pedro Ramos. Amonestó a Mora (17m), Aguinaga (73m), Palacios (73m), Graziani (78m), de Liga. A E. De Jesús (9m) e Ibarra (TA 88m). Expulsó a Valencia .
Goles: 1-0, García (10 m); 2-0, García (31 m); 3-0, Graziani (46 m); 4-0, Ambrossi (62m); 5-0, Espínola (67 m); 6-0 Salas (71 m); 7-0 Garcés (85 m).
Incidencias: Partido jugado ante 30.000 espectadores, aproximadamente, en el estadio Casa Blanca, por la decimosexta fecha del torneo Apertura.
Azucenas
EMOCIÓN
Juan Carlos Oblitas, estratega de Liga de Quito, no pudo ocultar su emoción al final del encuentro y afirmó que el club albo era el mejor equipo del torneo, aunque admitió que El Nacional perdió fuerza con las dos expulsiones y no se merecía un resultado de 7-0.
DOS PADRES
El entrenador del conjunto universitario también mencionó que la mañana de ayer se felicitaron mutuamente con su hijo Juan Fernando, su asistente técnico en Liga, por el Día del Padre. “Los dos somos padres de familia” confirmó el peruano.
VALENCIA, DESAPARECIDO
Al final del encuentro de ayer, en el estadio Casa Blanca, algunos periodistas buscaron a Antonio Valencia, volante de El Nacional, para entrevistarlo, antes de su viaje a España previsto para hoy. El nuevo jugador del Villarreal no estuvo ni en los camerinos ni en las afueras del estadio.